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jueves, 30 de enero de 2014

admirar su conocimiento de historia y de la política marítima, en realidad mente privilegiada la de Winston Estremadoiro cuando se pregunta "Después de La Haya, qué" y los datos y razonamientos que abundan

A veces pienso que nuestro país tropieza de aquí para allá en piedras de caprichos megalómanos. Un ejemplo es el giro de 180º en la política, o politiquería, con que se engrupió a los bolivianos en creer que Chile por buenito iba a devolver un cordón umbilical al Pacífico. Se hinchó de soberbia Evo Morales, con la multitud –quizá “incentivada” como los ‘movimientos sociales’ que le apoyan–, que gritaba ‘mar para Bolivia’ en el Estadio Nacional de Santiago. Ni se consultó al Perú, forzoso tercero en cualquier solución. 

Como en esos juegos de dados que gana el primero en llegar a la meta, hoy estamos castigados a volver al inicio. Luego de la cachaña chilena, ¿se dio un golpe de timón a la diplomacia boliviana, poniendo en la Cancillería a personas versadas en el tema marítimo, después de la desidia nuestra de 1879, y el embrollo de la conjura chileno-peruana de 1929? No. Sobrevino otro giro de 180º para volver a lo mismo, mientras que el relacionamiento exterior trastrabilla a cargo de un experto en desayuno escolar de coca y sexo entre las piedras. 

Cómo no mencionar a un peruano formado en Cochabamba, novelista y ensayista de éxito, premio Nobel de Literatura 2010. Para no atizar enconos de resentidos indigenistas en Bolivia, sin referir que es Marqués de Vargas Llosa, título nobiliario que el Rey de España le otorgara. En su paseo por Santa Cruz de la Sierra y Misiones Jesuíticas Chiquitanas, aseveró que no conspira contra el régimen de Evo Morales, aunque criticó que no se agotaran recursos de negociación con Chile y Perú en la centenaria demanda boliviana, por territorios que fueran bolivianos y peruanos antes de la Guerra del Pacífico de 1879-1883. Y diría yo, de 1879 a 1904 y 1929. Y hasta que las velas no ardan, hasta que prime la sensatez y Bolivia tenga acceso soberano al Pacífico.   

Un repaso a las relaciones entre Bolivia, Chile y Perú muestra que al principio la hegemonía en el Pacífico sur era la clave. El primer encontrón fue para desbaratar la Confederación Perú-Boliviana, que dominaría el mar que hoy titulan chileno. Terminó en Paucarpata, batalla sin librar en que las tropas chilenas se corrieron de una derrota segura, dicen que porque Santa Cruz y Blanco Encalada eran masones. En el segundo encontrón, al mando de Bulnes, volvieron los mismos soldados con las mismas armas en las mismas naves, destreza marina ejercitada con tropas argentinas que liberaron Chile en 1816, y luego Perú. Derrotaron a Santa Cruz en Yungay (1839) con la ayuda de opositores a la Confederación Perú-Boliviana, proyecto visionario que naufragó. 

El año 1879 inició el tercer (y más lacerante, porque se perdió el acceso al mar), encontrón boliviano/peruano-chileno. La guerra para Bolivia terminó en 1880, en la Batalla de Tacna. Los bolivianos la llamamos Alto de la Alianza, quizá ajenos a la vergüenza de abandonar al aliado. En las alturas de Inti Orco, como en el fútbol, el soldado boliviano ‘peleó como nunca, perdió como siempre’. La capital peruana fue ocupada por Chile por dos años, y su emblema de heroísmo, el monitor Huáscar, boga como trofeo de guerra en la base naval de Talcahuano. Si el almirante Grau es héroe emblemático del Perú, en Bolivia el civil Abaroa es mártir. Pocos conocen los trajines de la “división perdida”, como la llamó el general Juan Lechín Suárez al analizar la tragedia de un camino inexistente al Litoral. Desnuda la historia de anti-héroes cobardes o angurrientos, que han llegado a presidir esta patria digna de mejor suerte.         
Hoy en día la situación es otra. Chile puso una cuña entre Bolivia y Perú, con la cláusula del Pacto de Ancón que prohíbe ceder a terceras potencias –nuestro país– territorios que antes fueron peruanos. Perú todavía tiene propiedades en Arica, que dan la ilusión de no haber perdido todo. Lograda la supremacía en el Pacífico sur, Chile ha pugnado que las relaciones con el vecino del norte se afiancen con inversiones, que superan las que Perú tiene en el vecino del sur de la ‘Línea de la Concordia’. Lean el poema reciente de su ex presidente Alan García, sobre la batalla de Chorrillos previa a la toma de Lima: evidencia que entre las cenizas todavía hay tizones. ¿Y nuestro país? Interpuso una demanda ante la Corte Internacional de La Haya, como si ese tribunal pudiera enderezar entuertos territoriales mundiales basados en la fuerza. 

El reciente fallo de La Haya sobre los límites marítimos entre Chile y Perú podría favorecernos, de no mediar la ignorancia atrevida sobre el río piscícola de la Corriente de Humboldt, de algún comentarista deportivo que se volvió embajador que resumió el fallo con un liviano ‘Perú ganó el mar y Chile se quedó con los peces’. Porque en las 80 millas de mar territorial que conservó Chile, podría estar el pedacito de mar que reclamamos, junto con el cordón umbilical de territorio soberano al norte de Arica. 

Hoy un reclamo laboral en Iquique tuvo varados a centenares de camiones bolivianos. ¿No fue campanazo para mejorar conexión a Ilo, Mollendo y Matarani y no depender de puertos chilenos? Ante todo, recordemos el consejo de Vargas Llosa: hay que negociar con Chile y con Perú. Si el uno puso el candado y el otro tiene la llave, Bolivia tiene el potencial económico para que el sur peruano y el norte chileno progresen: el comercio. Y Brasil es nuestro aliado. Necesita llegar al Pacífico y comerciar con Asia; no es suficiente el bypass de la Bolivia cocalera por el sur al megapuerto de Mejillones, y por el norte, larguísimo, por Perú.

martes, 28 de enero de 2014

metida de pata de Morales. no puede formular una declaración de este tipo. "espero hagan lo mismo en nuestro pleiito con Chile"...especialmente cuando se había convenido con el Plenipotenciario Rodríguez que toda declaración atingente tendría referencia a la Comisión ante La Haya. simple metida de plata. qué lamentable!

Desde La Habana (Cuba), el presidente Evo Morales, este martes, se refirió al fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que modificó ayer la frontera entre Chile y Perú en beneficio de Lima, expresando su confianza en que este tribunal pueda actuar de la misma manera con la demanda que interpuso Bolivia contra Chile en dicho tribunal por una salida soberana al mar.

Morales dijo que ayer la justicia internacional resolvió un importante tema que estaba pendiente entre Perú y Chile, pero reconoce que esta controversia es sustancialmente diferente a la causa boliviana, que demanda resolver su enclaustramiento.  

Bolivia confía en que la CIJ actúe con la misma equidad y sabiduría para resolver nuestra demanda interpuesta en contra de Chile. Bolivia continuará su proceso contra Chile con la mayor seriedad y responsabilidad jurídica”, señaló Morales. 
Por otra parte, el mandatario expresó sus deseos de retomar las negociaciones con la nueva presidente de Chile, Michelle Bachelet, que asumirá el cargo desde marzo. Morales indicó que no pierde la esperanza de que con el nuevo Gobierno de Chile se pueda resolver el tema del enclaustramiento internamente antes de llegar a los tribunales. 

No pierdo la esperanza de que seamos capaces de resolver como gobiernos una herida que hay desde mucho tiempo, la demanda está hecha, pero no descartamos cualquier diálogo bilateral al margen de la demanda”, concluyó.  

El Gobierno boliviano presentó un proceso en abril del año pasado ante la CIJ para obligar a Chile a que asuma una negociación formal sobre el derecho boliviano para así alcanzar un espacio propio en las costas del mar Pacífico.

Por su parte, Chile sostiene que los límites territoriales fueron zanjados por vía del Tratado de 1904 y que nada debe a Bolivia, cuyo Gobierno ha denunciado el documento de "injusto, impuesto e incumplido".
EL DEBER Digital 

sábado, 25 de enero de 2014

desde los jóvenes años en que Gastón Cornejo pasó por Chile estudiando Medicina, conoció a notables humanistas como Salvador Allende y tuvo por condiscípulos a notables políticos con los que cultivó una profunda amistad, la que hizo eclosión, cuando convertido en Senador de la República pudo interesarles en el proyecto boliviano. nuestro editor acompaña a Gastón en su patriótica gestión.

EL TRISTE CASO DE LA HAYA Y  LOS TRES HERMANOS DESALMADOS. por GASTON CORNEJO

Carta que le envía Guillermo Arenas Escudero a Esteban Silva <esilvac55@gmail.com> hermano chileno, dirigente del Socialismo de Salvador Allende, el 21 de enero presente.

“El 27 de enero, se escucha hasta el hartazgo, la Corte Internacional de La Haya, resolverá el diferendo marítimo chileno-peruano. Ello, es una verdad a medias, por lo tanto, una mentira doble. No se trata solamente de Chile y Perú. Se disimula, más derechamente, se esconde (con sorprendente éxito) que el más seguro perjudicado será Bolivia A pesar que el juicio es entre Chile y Perú, Bolivia ha devenido en un verdadero convidado de piedra.

Sí, tal como lo escribo: los bolivianos serán los perjudicados principales, cualquiera sea el fallo. Creo firmemente que Bolivia lleva las peores velas en este entierro. Me asiste la convicción que el fallo será de pacotilla y que dejará de "vencedor" a Chile o a Perú, y (a todo evento) "derrotado" a Bolivia sin oportunidad alguna de aspirar a una salida al mar con continuidad territorial. Suele llamarse a estas situaciones: “daños colaterales” propios de todo conflicto.

Creo firmemente que Bolivia lleva las peores velas en este entierro. Me asiste la convicción que el fallo será de pacotilla y que dejará de "vencedor" a Chile o a Perú, y (a todo evento) "derrotado" a Bolivia sin oportunidad alguna de aspirar a una salida al mar con continuidad territorial. Suele llamarse a estas situaciones: “daños colaterales” propios de todo conflicto.

Dentro de sus atuendos ridículos y sus pelucas y bordadas pecheras (de dejos rancios a regusto colonial, sobre todo por el uso de togas negras, en señal de luto por la muerte de la Reina María II de Inglaterra a fines del S.XVII) los miembros del "tribunal" saben que tienen pocos espacios para maniobrar. Nunca tuvieron muchos. Son bien pagados porque no son imbéciles, peor aún, es gente inteligente que debe pararse ante el planeta entero y parecer "jueces".

Es útil también recordar que es un “tribunal” al que Estados Unidos le ha negado jurisdicción. Nicaragua en 1986 demandó a EE.UU. por violar el derecho internacional. Nicaragua ganó el caso. La Corte Internacional de La Haya dictó sentencia en favor de Nicaragua. Estados Unidos sencillamente no acató el fallo. Es decir, la Corte sirve solamente cuando se trata de una pelea entre países condescendientes, pues de haber un matón de temer, sus sentencias no sirven de nada y tienen menos valor que el papel en que se escriben. En otras palabras, La Haya está hecha para países como los nuestros. Ellos lo saben, nosotros lo sabemos: todos lo saben. Para qué tanta ceremonia. Foucault lo dijo secamente: “hoy, vivimos una amalgama de decorados”.

Ellos conocen perfectamente la historia de la Guerra del Pacífico (dicho en chileno) o, Guerra del Salitre (dicho en peruano). Y cómo no, si las fortunas que de allí nacieron se radicaron, disfrutaron y gastaron en Londres, en la otra orilla del Canal de la Mancha.
Ellos conocen cabalmente de las peripecias y mentirillas oficiales de la postguerra del ‘79. (Que Tacna y Arica, que te la quito, que te la doy, que un plebiscito, que mejor las repartimos).

Ellos saben que en razón de esos acuerdos, Chile ejerce soberanía restringida en Tarapacá. (Sí, restringida). No hay que hacerse el ganso, como si se tratara de una clase patriotera de geografía coja: Chile no puede ceder ese territorio, ni siquiera una parte de él, a un tercer país sin la autorización expresa de Perú. Ellos saben que esa cláusula no fue establecida en favor, ni de Chile ni de Perú, sino en contra de Bolivia. Con torpe descaro se ha dicho: Chile y Perú pactaron la paz en Ancón y en 1929 y enterraron la llave que permitiera una salida soberana de Bolivia al Océano Pacífico.

Ellos saben que Chile y Perú, por alguna razón mefistofélica e inconfesable, siempre se han asegurado que Bolivia sea mediterránea. (Bueno es recordar que en 1841 Perú y Bolivia tuvieron una guerra por el mismo territorio: Tacna-Arica-Tarapacá, llamado también: Colesuyo). De primates!, pero así es.

Ellos saben que hasta nuestro sátrapa artero y ladino: Augusto Pinochet Ugarte, ofreció a Bolivia salida al mar, precisamente en las aguas que actualmente Perú reclama como suyas. Probablemente la proposición no era sincera, pero Perú corrió a oponerse y Bolivia “perdió como en la guerra” (literalmente).

Ellos saben que las Fuerzas Armadas de ambos países autorizaron llevar este asunto a La Haya. No seamos ingenuos, si cualquiera de ellas se hubiere opuesto, no habría juicio en La Haya, ni bufetes de abogados desempolvando sus pelucas con cargo a los erarios chileno y peruano.

Ellos saben que nuestros militares vienen saliendo (períodos Pinochet-Fujimori) de sendas represiones y matanzas en nuestros pueblos y se encuentran "exhaustas". Peor que eso: La última guerra de Perú (con Ecuador por la cabecera del Río Cenepa) terminó con el triunfo de ambas partes, cuyos ejércitos ocuparon “triunfantes” el territorio en disputa (¡en lugares distintos!). A su turno la última acción militar chilena, fue bombardear el Palacio de La Moneda con el Presidente Constitucional parapetado en su interior, donde murió defendiendo su posición, sin arriar la bandera. (Para escarnio de los militares: ¡Como en La Concepción!).

Ellos saben, además, que el Gobierno de Chile resolvió proteger las inversiones de LAN y tiendas de retail en Lima, lo mismo que Perú a sus 8.000 millones de dólares invertidos en estas frías tierras del sur. Ellos saben que los mercaderes de ambas patrias, son más importantes que el mar en disputa.

Ellos saben perfectamente que ese mar tiene dueños. Que es propiedad privada de un par de empresarios chilenos. Que, cualquiera sea el fallo, seguirán siéndolo. Que lo peor que les pueda pasar, es que deban compartir la propiedad con una par de empresarios peruanos. (O, que finalmente un japonés o un jeque árabe, se quede con todo, previo pago de una suma vil de dinero, digamos unas treinta monedas).

Ellos saben que Bolivia no cuenta. No tanto por su debilidad militar, sino porque "la comunidad internacional" no entiende que Bolivia se niegue a separar los negocios de los demás intereses de su país, que no ponga a disposición del mercado su gas y demás riquezas mineras.

Ya el fallo perdió toda relevancia. Perdió absolutamente su importancia.(1)
Si algo “positivo” se pudiere sacar de todo esto, es que Perú “obtenga un triunfo” por pequeño que sea, para que pueda rediseñar y revertir décadas de enseñanza sistemática anti-chilena. Y que Chile “se tenga que mamar una derrota”, así sea parcial, para comenzar a erradicar nuestra patética arrogancia y racista sentido de superioridad.

Bolivia tampoco ha resultado inocente en todo este chasco. Desde ya, no quiso involucrarse en serio. Optó por “sacar número” para que le atienda el mismo “tribunal” en su sempiterna demanda marítima.

Chile, Perú y también Bolivia no han cumplido con sus deberes esenciales, menos con sus obligaciones mínimas como países hermanos. Es una vergüenza que tres países sudamericanos, con fronteras comunes, con partes de sus territorios (Sur peruano, norte chileno, oeste boliviano) dependiendo los unos de los otros, sean completamente incapaces de enfrentar sus comunes desafíos y resolver las necesidades de sus gentes. Somos irresponsables con los chilenos, peruanos y bolivianos. Estos tres hermanos se niegan a tener espíritu de destino común.

Después del fallo, todo indica que los tres países saldrán a la caza de la misma piedra en que han tropezado por largos 120 años: cada vez que tengan una diferencia, se las resolverán unos pelucones en el hemisferio norte.

Así las cosas, que la tierra nos sea leve y dios (si lo hubiere) se apiade de todos nosotros. Por de pronto, somos tres hermanos desalmados.

(1)Probablemente la nueva línea de la frontera marítima que establecerá el fallo, será la del paralelo hasta las 12 millas náuticas (mar territorial) y una equidistante a las pretendidas por las partes, hasta las 200 (zona económica exclusiva). [12 Millas náuticas = 22,2 Km.]

Guillermo Arenas Escudero
21 de enero 2014.





RESPUESTA A ESTEBAN SILVA
Querido hermano Esteban.
¡QUE HERMOSO EL TIRÓN DE OREJAS! nos hace  Guillermo Arenas a los tres involucrados, a los tres hermanos desalmados; Aceptado, claro que Bolivia recibió el golpe cuando menos lo esperaba, pero también tuvo hijos que dieron al padre un puñal artero por la espalda en 1904.

A propósito, ¿quién es él? Me parece que tiene toda la razón y el criterio a la distancia. Es un llamado de atención a los tres pueblos, responsables de no tener la fraternidad ni la sabiduría para solucionar sus problemas.

En la Guerra del Pacífico, preparada 42 antes, todo ocurrió en provecho de infames intereses económicos, de angurria de adinerados; sobre todo, de ingleses extranjeros irrespetuosos con nuestra dignidad y nuestro futuro.

Me gustará hagas llegar la conferencia del ex Canciller de Bolivia Gustavo Fernández al amigo que tan bien escribe sobre todo, me gusta el contenido y la forma cruda de una prosa franca, viril y abierta al debate.

Yo asumo lo que afirma y, claro, a mis años me conduele no haber podido lograr como Senador de la República de Bolivia, el avance de un pedacito de afecto entre los tres hermanos, desalmados en rencor donde aún no cabe el perdón, la comprensión y sobre todo, la reconciliación.

Continuamos en el Medioevo trágico y retrógrado y a pesar de tener un maquillaje civilizatorio, seguimos existiendo como patrias violentas, países bárbaros, gordos de irreflexión, enemigos del diálogo fecundo que nos sublime en evolución histórica.

A propósito del mar, la costa chilena privatizada totalmente en beneficio de inversores sin alma; a propósito de la atmósfera impoluta que antaño respirábamos en Chile, a propósito de los Tratados inamovibles cuando así lo ordenan los réditos coyunturales, a propósito de los mil camiones varados en la frontera… tengo en mis manos las “Odas” de Pablo Neruda.


Como le sucede al creyente que confiesa sus pecados ante el religioso que absuelve tristezas humanas, el consolador de penas, el cirujano de almas, recito en voz alta repitiendo párrafos de nuestro Neruda americano, sus poemas; evocando su voz apagada, como la mía, quebrada de vejez, recordando con él utopías posibles de lograr con la palabra y la belleza, la fraternidad y el amor entre nuestros tres pueblos, enfermos de historia  y afectados de sentimientos primitivos.

Que la tierra nos sea leve y que Dios -como dice Arenas - si lo hubiere, se apiade de todos nosotros. Y yo afirmo que la tierra es pródiga en bienes, así lo demostró el Litoral boliviano sustraído en sus recursos, y de verdad, Dios sí existe, trascendente en el fondo del vacío cuántico, vigilante del destino y la condición humana. Por esa seguridad yo creo firmemente que algún día los tres hermanos nos reencontraremos en una abrazo afectuoso como  el que yo te mando ansioso de respuesta.

Gastón Cornejo Bascopé, repitiendo a Pablo y recitando a  gritos…
¡Ay viajero! No vas y no regresas;/eres en los caminos, existes en la niebla./ Viajero dirigido/ no a un punto, no a una cita/ sino solo al aroma de la tierra./                                                                                                                                                                                           

Otra vez a la ola va mi verso/ No puedo dejar mil veces, ola/ de cantarte, oh novia fugitiva del océano (y de mi Patria)/ delgada Venus/ levantas tu campana/ y en lo alto/ derribas azucenas.

Para los bolivianos, “El mar no descansa, no duerme, no se ha muerto/ crece en la noche que combaron las estrellas mojadas como el trigo en el alba/ Como un niño/ perdido que solo con el golpe de la aurora/ como un tambor despierta/ gigantesco mientras (en Bolivia) transcurre/ el triste/ otoño/ de la tierra.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   Pero es posible le pregunto a mi Patria (Bolivia) /…que perdieras algo tan necesario/ el mar de tus recuerdos ¿sin que te dieras cuenta? ¿Caminabas dormido? ¿Qué comías? ¿No miraste los ojos de las gentes?

Y a (Chile) mi Patria cultural… / A ti hablo/ no mires a otro lado/ porque no llamo a tu vecino/ a ti te estoy hablando./…

/ Las hojas recién nacidas de la primavera preguntaron ¿Qué hace?/

/ Y cada día entre silencio y muro son las vías./ No te escapes/ Ahora me ayudarás/ Un dedo, una palabra/ un signo tuyo/ y cuando/ dedos, signos y palabras/ animen y trabajen/ algo aparecerá en el aire inmóvil/ un solidario sonido de ventana/ una estrella en la terrible paz nocturna/ Entonces tú dormirás tranquilo/ tú vivirás tranquilo/ serás parte del sonido que acude a la ventana/ de la luz que rompió mi soledad mediterránea.

Y Bolivia insiste en su destierro marítimo y ausente:
No salgo al mar este verano; estoy/ encerrado, enterrado, y a lo largo/ del túnel que me lleva prisionero/ oigo remotamente un trueno verde/ un cataclismo de botellas rotas/ un susurro de sal y de agonía.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  Y a propósito, después de 120 años,  todo Chile quedó privatizado, hasta el aire, el mar, las costas, los caminos donde transitan las dulces existencias de los hermanos de sangre americana:

Pablo, aún en vida, previniendo pesares: “ Aire. No sé quién eres/ pero  una cosa te pido/ no te vendas./ El agua se vendió y en el desierto he visto/ terminarse las hojas/ y el mundo pobre, el pueblo/ caminar con su sed/ tambaleando en la arena./ Aire, no te vendas/ que no te canalicen/ que no te entuben/ que no te encajen ni te compriman/ que no te hagan tabletas/ que no te metan en una botella./ ¡Cuidado! Llámame cuando me necesites./  Eres transparente/ para que vean todos lo que vendrá mañana. …/Ya vendrá un día en que libertaremos/ la luz y el agua/ la tierra y el hombre/ y todo para todos será/ como tú eres.

¡Lástima! El aire, el mar, las costas, los peces marinos, los caminos, la uva y la araucaria, fueron, están privatizados; son propiedad de ajenos.

Por eso estos lamentos, porque en momentos de depresión anciana, me parece que terminó toda su historia la Utopía, aquella que soñó Pablo, Gabriela, Vicente. Luis Emilio, Ricardo, Volodia y tantos héroes.

 Y necesariamente somos merecedores del insulto: ¡Hermanos desalmados!

Que la tierra nos sea leve y que Dios - como dice Arenas - se apiade de todos nosotros.

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domingo, 19 de enero de 2014

agrada el título porque define el pensamiento contenido en el texto de Manfredo Kemppf "de La Haya al Pacífico" aunque aclara que no será Bolivia, sino Chile que haga el periplo...

No se equivoque el lector pensando que soy tan ingenuo como para creer que luego de la demanda boliviana ante la Corte de La Haya vamos a tener una salida soberana al océano Pacífico. Nada de eso. El fallo, si nos favorece, no obligará a Chile a darnos mar, sino a negociar con Bolivia, lo que está bien pero ya es un cuento viejo y truncado en una decena de oportunidades. Si el fallo es desfavorable, mejor ni suponerlo.
Los que van a ir de La Haya al Pacífico son los chilenos y peruanos. Sea cual sea la decisión de la Corte, Perú y Chile se han comprometido a acatarla. Sin sombra alguna de belicosidad, desde hace mucho que ambos vecinos están preparándose para lo que venga, y los dos Estados están señalando, con su actitud, el comportamiento que tendrán sus pueblos. La intensificación del comercio bilateral y el crecimiento recíproco de sus inversiones de uno y otro lado muestra que La Haya es algo muy importante, pero más importante aún para ellos es la buena vecindad. Finalmente –como en el caso de Bolivia– los antiguos adversarios tendrán que vivir juntos hasta el final de los siglos.
¿Por qué de La Haya al Pacífico? Pues porque Perú y Chile, junto con Colombia y México, forman parte de la Alianza del Pacífico, un ambicioso e inteligente emprendimiento de integración comercial con muchas naciones asiáticas desarrolladas que están al otro lado del océano, donde se destaca la inmensa presencia de China. Es la alianza criticada por la diplomacia boliviana y a la que su excelencia califica de imperialista, capitalista y colonialista. Es la alianza que ha provocado celos en su excelencia al extremo de llegar a la impertinencia de exigir a Chile –a la presidenta electa Michelle Bachelet– que se retire si se considera socialista.
Pues ni Perú ni Chile –menos México y Colombia– necesitan estar atacando a EEUU ni al capitalismo occidental para hacer grandes negocios con China. México es uno de los principales socios comerciales de EEUU al ser miembro del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (Nafta, por sus siglas en inglés). Los otros tres no solo tienen tratados de libre comercio con EEUU, sino, además, con la Unión Europea. Esta Alianza del Pacífico sabe que es mejor comerciar con los grandes bloques donde obtendrá beneficios y sobrepone el interés de sus pueblos al capricho de un presidente pasajero.
Chile no se integrará a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) porque en el Caribe sus negocios serían ridículos. Perú tampoco. Bolivia se quedará indignada vendiendo ponchos de alpaca a quienes los compren con 35 ºC de calor.

viernes, 17 de enero de 2014

gran metida de pata. Ferreira dice "tema marítimo es bilateral" o sea entre Chile y Bolivia. Evo Morales en toda ocasión dice es "asunto multilateral" y ahora, en qué quedamos? la cumbre al parecer no incluirá tema MAR, con lo que EVO volvería a engañar a Bolivia al hacernos creer que la cumbre sería para hablar del MAR de BOLIVIA

Fue el primer gran error cometido por el flamante embajador adjunto de Bolivia ante la ONU y delegado ante el G-77, Reymi Ferreira.
Al justificar la no inclusión del tema marítimo en la agenda de la Cumbre de ese grupo, Ferreira dijo que la reunión “no es el escenario” porque “en este encuentro no se tocan temas bilaterales, se tocan temas comunes relacionados con medio ambiente, desarrollo, economía, comercio internacional”.
flamante Embajador Adjunto en la ONU que mete la pata en tema tan delicado. qué chambón

La declaración merece varias apreciaciones. Para empezar, la doctrina boliviana sostenida históricamente se basa, precisamente, en que el tema marítimo es unasunto multilateral, al punto de que se considera como la principal victoria diplomática lograda hasta la fecha la resolución de la OEA de 1979, cuando los cancilleres del continente lo definieron de esta forma.
En cambio, la bilateralidad ha sido la postura mantenida de forma permanente por Chile.
Por otra parte, si las reuniones del G-77 tocan temas de “economía y comercio internacional”, podría haberse buscado la inserción del asunto marítimo bajo ese enfoque.
En realidad, todo indica que el gobierno boliviano en general y el embajador en particular, están fracasando en la inclusión del tema marítimo en la Cumbre a realizarse en Santa Cruz de la Sierra.
Adicionalmente, habrá que subrayar que Ferreira contradice con sus declaraciones a su “Jefazo” Evo Morales, que en varias ocasiones sostuvo la multilateralidad del diferendo marítimo bajo la expresión de “interés hemisférico”…
notishots@gmail.com