El fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que favoreció a Perú en el diferendo con Chile, mantiene la alternativa “más viable” de salida al mar para Bolivia por el norte de Arica, aunque se recorta el corredor que debe ser negociado bilateral, hasta trilateralmente, según la perspectiva de un excanciller, un experto y un excónsul de Bolivia.
De acuerdo al análisis del historiador, experto en temas marítimos y cónsul general en Santiago (2000), Ramiro Prudencio, el fallo de la CIJ, que favorece a Perú, acorta el corredor que tenía como alternativa negociar Bolivia para una salida al mar con Chile y que también involucra al país incaico.“Lo que inicialmente se tenía para negociar 200 millas de territorio marítimo, que era el sueño boliviano, ahora se acortó a 80 millas con el dictamen de La Haya, pero es la zona evidentemente más rica del mar, además después de las 80 millas que defina con Chile, Bolivia tiene que negociar un libre tránsito absoluto con el Perú”, aseveró.Por su parte, el excanciller Armando Loaiza dijo que es fundamental para el país comenzar el diálogo diplomático con Chile y Perú, porque considera que el fallo que pueda tener La Haya en la demanda interpuesta por Bolivia en abril de 2013, definirá las futuras negociaciones.“Chile asumió como política de Estado no aceptar una propuesta que signifique cortar o dividir la continuidad de su territorio. Entonces hay que hablar de un corredor al norte de Chile, frontera con Perú, pero a cambio de una compensación territorial”, dijo.A su vez, el analista en temas internacionales Hugo Siles Núñez del Prado manifestó que la proyección que tiene Bolivia de una salida marítima se circunscribe en un territorio que esté comprendido entre la línea de la Concordia al norte y al sur, con el norte del casco viejo de la ciudad de Arica.“Chile preserva con este fallo una perpendicular de 80 millas sobre el mar territorial, la zona contigua y la zona exclusiva que le permiten a Bolivia, por lo menos, estar tranquila de que en el futuro, en una eventual negociación, y teniendo en cuenta que ése es el espacio comprendido por la afinidad natural que tiene Arica con relación de Bolivia, desde el punto de vista económico, comercial, histórico”, aseveró.Consideró que por lo menos la posición boliviana no se ve afectada en gran medida.El excónsul Prudencio, el excanciller Loaiza y el experto en temas marítimos Siles coincidieron, por separado, que si en algún momento cuando Bolivia llegue a aterrizar a una solución a su enclaustramiento, se tendrá que, posteriormente establecer una línea de negociación necesaria y de acuerdos con el Perú. DIPLOMACIA CLAVE Prudencio y Loaiza consideran que la clave para encarar una solución al enclaustramiento marítimo es el diálogo diplomático con Chile, y si es necesario extenderlo a Perú.Prudencio manifestó que el panorama con Chile se presenta alentador porque la presidenta electa Michelle Bachelet y su canciller Heraldo Muñoz han manifestado el interés de ese gobierno por llegar a un entendimiento con Bolivia.En consecuencia manifestó que inmediatamente se posesione Bachelet, Bolivia debe plantear reanudar el diálogo.Manifestó que la salida, con o sin el fallo de la CIJ, será siempre una negociación diplomática con Chile.“Paralelamente a la demanda en La Haya se debe negociar y no equivocar el camino de exigir a Chile una solución al tema marítimo porque eso representa obligar, lo que debe hacer Bolivia es mandar un cónsul a Chile con la facultad de negociar”, aseveró.
La estrategia de la diplomacia
La estrategia crucial, con un eventual fallo de La Haya a favor de la demanda boliviana o sin juicio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para conducir la apertura marítima a Bolivia, es por “excelencia la negociación diplomática”, consideró en su análisis el excanciller Armando Loaiza.
Justifica esta tesis en la medida en que Bolivia exige a la CIJ falle a su favor para que Chile se siente a negociar de manera seria y en el menor tiempo posible, una solución pacífica a la exigencia marítima boliviana.
Pero al mismo tiempo advierte que una decisión de La Haya en contra del país puede ser “muy delicado” y postergar la negociación bilateral por décadas como sucedió con el fallo de la Sociedad de Naciones en 1921 que rechazó considerar la revisión del Tratado de Paz y Amistad de 1904, resultado que postergó Chile tratar el tema por 30 años.
En consecuencia, dijo que, con o sin demanda el camino de la solución pacífica es la negociación diplomática con Chile e incluso con Perú porque la alternativa de la que más se habla como viable es el norte de Arica. Los chilenos han ratificado su política de Estado de no partir su continuidad territorial, además que los peruanos han ofrecido al país, en el denominado “charañazo”, una salida por esa región.
Demanda peruana ante Corte Internacional no afecta a Bolivia
El fallo sobre el diferendo de Perú y Chile es por territorio, lo que es diferente al de Bolivia que pide a la Corte Internacional de Justicia que el Gobierno chileno dialogue con Bolivia para buscar una solución marítima, según expertos internacionalistas.
El historiador y experto internacionalista, Ramiro Prudencio, dijo que este dictamen que dio la CIJ es un fallo de “equidad” y no en “derecho” lo que favorece en alguna medida a Bolivia que también aspira a un dictamen de equidad, es decir que “se reconozca que Bolivia tiene derecho a una salida al mar y que Chile en varias oportunidades”.
“La Corte puede dictaminar que Chile debe negociar con Bolivia, que sería de gran apoyo para considerar la demanda marítima, por tanto, no afecta a la demanda porque no es por territorio, sino que después del fallo se debe negociar por un espacio que le permita una apertura marítima a Bolivia”, afirmó.
Por su parte el experto internacional Hugo Siles en coincidencia con Prudencio, considera que Bolivia debe continuar su demanda ante la CIJ para conseguir un fallo favorable que sentaría un precedente histórico importante para comenzar a negociar “seriamente”.
“Ahora que se tiene la referencia del fallo emitido en La Haya se evidencia que no afecta derechos expectaticios de Bolivia, porque todavía ese territorio que tendría que estar en el marco de una negociación futura lo conserva Chile aunque reducido y eso de alguna manera tranquiliza”, aseveró.
Aunque recomienda prudencia al Gobierno de Evo Morales, porque también las líneas de comunicación diplomática y las negociaciones en algún momento tendrán que estar entre La Paz-Santiago, La Paz-Lima.
Todo este proceso y desenlace jurídico no deslegitima la demanda interpuesta por Bolivia contra Chile ante la CIJ, según Prudencio.
El fallo de la CIJ entre Perú y Chile traza nuevas delimitaciones en la frontera marítima de ambos países, y pone fin a décadas de discusiones y a seis años de litigio.
El veredicto concede territorio marítimo chileno a Perú (22.500 km2 y otros 28.000 km2 adicionales), pero respeta la postura chilena de trazar la línea divisoria a partir del denominado Hito 1, que se extiende en paralelo desde la frontera terrestre.
CONSEJO MARÍTIMO El lunes 3 de febrero se reunió el Consejo Marítimo que concluyó que el caso Perú – Chile es favorable para Bolivia.
El Consejo Marítimo, presidido por el mandatario Evo Morales, el agente marítimo ante La Haya y excancilleres de la República, concluyó que el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre el diferendo de límites entre Perú y Chile es favorable para el país, pues determinó que había un tema limítrofe pendiente al norte de Arica, donde se tendría que negociar un acceso soberano para volver al Pacífico.
El fallo de La Haya del lunes 27 de enero estableció una nueva delimitación marítima entre Perú y Chile, reduciendo la administración de Santiago a 80 de las 200 millas marinas sobre el Pacífico. Sin embargo, quedó pendiente el triángulo territorial que reconoce el Hito 1 como punto de partida, pero que deja a “negociación de buena fe entre las partes” las coordenadas finales.
El excanciller Javier Murillo dijo, a El Diario, que la decisión de la Corte abre la posibilidad de tener una idea certera del territorio que entraría en debate en caso que la demanda boliviana sea efectiva.
Chile puede pedir incompetencia a la Corte
Chile tiene la facultad de declarar “incompetente” a la Corte de La Haya y cerrar la demanda de Bolivia, aunque para ello deberá justificar sólidamente sus argumentos si no quiere recibir un rechazo a su petición que podría significar una desventaja de entrada, según el excanciller Armando Loaiza y el excónsul en Santiago Ramiro Prudencio.
El excónsul general de La Paz en Santiago está casi seguro que Chile va a pedir la incompetencia de la Corte para no extenderse en este conflicto.
Aunque considera que un rechazo puede ser un golpe duro para ese país en su afán de no encarar un nuevo litigio en La Haya.
A su vez, Armando Loaiza precisó que Chile, una vez que Bolivia presente su memoria el 17 de abril en La Haya y tras analizar cuidadosamente ese documento, puede en 90 días posteriores, pedirle a la Corte que cierre el caso.
“El pedido de excepción de incompetencia es muy delicado, pero verá Chile esa decisión si encuentra que la memoria de Bolivia no es sustanciada, esta decisión es delicada”, advirtió.
Aunque conjeturó que el ambiente en Chile es tenso y como salió perdiendo en su diferendo con Perú, puede asumir la decisión de asumir “con todo” la demanda que le hace Bolivia.
“Si decide la incompetencia de la Corte y se acepta esa petición en La Haya significaría una derrota a Bolivia porque se cerraría esa demanda”, aseveró.
Lógicamente tienen que haber argumentos sólidos del por qué considera la incompetencia. Para evitar este argumento, explica, que la memoria boliviana debe estar bien sustentada histórica y legalmente.
“La Corte tiene también como facultad decidir su propia competencia y rechazar el pedido de Chile y lo que también sería un riesgo para ese país”, dijo.
CHILE Hace meses y antes de conocer el resultado de la Corte Internacional de Justicia, el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, aseguró que su país podrá solicitar que la Corte de La Haya se declare incompetente en la demanda interpuesta por Bolivia en la que pide negociar una salida soberana al mar.
Moreno consideró que “la posición boliviana es extremadamente débil” y que Bolivia ha tergiversado el tenor de las conversaciones mantenidas entre ambos países sobre el tema.
“Esta pretensión de que Chile va a ser obligado a entregar una parte del territorio para entregárselo y regalárselo al país de al lado, no ha ocurrido en ninguna parte del mundo”, aseguró en su momento.