Los senadores chilenos Ignacio Walker y Andrés Allamand iniciaron hoy en Berlín una ronda de encuentros internacionales,destinados a advertir del "precedente peligroso" a escala multilateral que supone la demanda de Bolivia ante la Corte de la Haya para lograr una salida soberana al Pacífico.
"Queremos trasladar a la comunidad internacional los peligros de un eventual, aunque improbable, fallo a favor de Bolivia", indicó a Efe Walker, del Partido Demócrata Cristiano y titular de Exteriores bajo el gobierno de Ricardo Lagos.
La intención de Bolivia es lograr de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) una "decisión predeterminada", para que se imponga a Chile la "obligatoriedad de negociar", apuntó Allamand, del partido Renovación Nacional y ministro de Defensa con Sebastián Piñera.
Eso supondría un precedente "negativo" para lo que Walker califica de "corazón del derecho internacional", como es la integridad territorial marcada desde el Tratado de 1904.
Entre hoy y mañana, los dos senadores transmitirán su advertencia a diputados del Parlamento alemán (Bundestag) y representantes del Ministerio de Exteriores, a lo que seguirán otras reuniones en formato parecido en Londres.
"Bolivia es uno de los 45 Estados del mundo que no tiene acceso al océano. Desde su independencia en 1823 ha perdido 1,1 millones de kilómetros cuadrados de territorio, principalmente con Brasil y Paraguay. Menos del 10 por ciento lo ha perdido con Chile", argumentó Walker.
La pérdida del acceso al mar se remonta a 1879, tras una guerra que dejó a Bolivia sin 120.000 kilómetros cuadrados, a lo que siguió el Tratado de 1904, que fijó sus frontera actual con Chile.
Que La Haya, que el pasado septiembre se declaró competente en la materia, pueda resolver de acuerdo a la demanda de Bolivia y marcar la "obligatoriedad" de Chile a negociar una salida soberana al mar, implicaría "precarizar las fronteras", según Walker.
"Chile lleva 70 o 80 años negociando, de buena fe, siempre ha estado dispuesta a seguir haciéndolo", apuntó Allamand, quien recordó los pronunciamientos en este sentido desde tiempos del presidente Lagos o, hace unos meses, del canciller, Heraldo Múñoz.
Walker añadió que las sucesivas declaraciones de la canciller Angela Merkel y el presidente François Hollande, durante la gira europea del presidente Evo Morales, a favor de la reanudación del diálogo apuntala la posición chilena, no la boliviana.
Morales "sacó la frase (de Merkel) de contexto", al pretender que ésta había respaldado su posición, advirtió Walker, para quien la canciller se limitó a argumentar que ese era asunto a "conversar entre Bolivia y Chile".
El líder boliviano convertido su demanda en un "asunto nacional", que apoyan explícitamente sus antecesores en el cargo, por encima de los abismos ideológicos entre Morales y éstos.
De modo parecido, Walker y Allamand dicen representar al conjunto de la clase política y opinión pública chilena.
"Nuestra opinión es compartida por el 99 por ciento de los chilenos", consideró Allamand, mientras que Walker sentenciaba que, tras la demanda ante La Haya, Bolivia "nunca ha estado tan lejos de lograr su objetivo", ya que esta iniciativa ha logrado "cohesionar a la opinión pública chilena como nunca lo había estado antes".
Ambos senadores tratan de romper, por lo demás, la consideración de que Bolivia precisa imperiosamente, también en términos económicos, recuperar esa salida al mar.
"Bolivia no está enclaustrada. Tiene un sistema de libre tránsito de mercancías absoluto en virtud del Tratado de 1904, como no tiene ningún otro país sin salida al mar", opinó Allamand.
Allamand, como Walker, coincidieron finalmente en que el nuevo gerente de Chile ante la CIJ, el excanciller y exsecretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, puede contribuir poderosamente a dar "un giro" a la situación.