El Gobierno está de caída. Una encuesta de Página Siete le dio el 24% de intención de voto a Evo Morales; mientras otra, de la revista Poder y Placer, le asigna 27%. No quiere decir que, si es que se empeña en violar la ley y ser candidato, esa será su votación definitiva puesto que existe un tercio de los electores que no han decidido a quién respaldar todavía. Una parte de esos indecisos podría todavía beneficiarlo.
Como sea, el presidente está lejos del apoyo popular que tenía en otros años, cuando alcanzaba más de la mitad de los votos en las elecciones nacionales. Su situación electoral es hoy desesperada. La pregunta es qué podría hacer el Gobierno para cambiar esta tendencia. La respuesta es que las opciones son realmente escasas. El primer mandatario ya ha tratado todo: dar bonos a los pobres, construir estadios, desgañitarse contra el ‘imperialismo’, construir fábricas. Y nada le resulta. Más de 12 años en el poder le ha pasado factura. En 2020, cuando debería abandonar el poder si respeta la democracia, su imagen estará hecha añicos.
El ‘as bajo la manga’ del Ejecutivo era el mar. La demanda marítima, tan importante para Bolivia, ha llegado a un punto culminante. Sabiendo que no tiene otra cosa a la que aferrarse, el oficialismo vio en los alegatos orales una manera de recuperar su popularidad. Organizó un ‘banderazo’, llevó a Evo a La Haya, llenó los medios con propaganda, presionó a la oposición y trató de contagiar su entusiasmo a la prensa independiente.
Todo eso no le sirvió de mucho. De hecho, en la anterior encuesta de Poder y Placer, de enero, obtuvo 30,9% de intención de voto, que bajó a 27% en marzo. En la de Página Siete subió, pero solo dos puntos, del 22% de enero al 24% actual. La cosa se ve mal.
Además, el sondeo de Página Siete incluye otras preguntas al respecto. Una es si la gente cambiaría su opinión sobre ‘reelección indefinida’ del presidente Evo Morales en base a un eventual fallo favorable para Bolivia en La Haya. Del 70% de la población que cree que la reelección de Morales es ilegal, el 78% dijo que no cambiará su posición por más que el fallo sea conveniente al país. Un 14% expresó que sí cambiaría su postura.
También se preguntó a los entrevistados: ¿Cree que Evo Morales está utilizando o utilizará políticamente el tema marítimo para intentar recuperar su popularidad? El resultado fue Sí, con 71%, No, con el 23%, y NS/NR con el 7%.
Finalmente, según ese estudio, la mayoría de los encuestados cree que si la CIJ emite un fallo a favor del país, solo el 12% consideraría a Morales como el responsable de ese triunfo; un 10% cree que habría que atribuir aquello al vocero de la demanda, Carlos Mesa; y el 3% citó al expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé. La gran mayoría, el 67%, respondió que “todo el equipo boliviano” sería el responsable. Son malas nuevas para el régimen.