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sábado, 27 de octubre de 2012

Manfredo Kempff quién ocupó responsabilidad en el pasado como diplomático boliviano se refiere a la relación con CHILE donde el candidato a Alcalde por Santiago lanzó un denuesto intolerable contra el legítimo derecho nuestro de retorno al MAR


La política boliviana es de extremos y por lo tanto su diplomacia no puede ser diferente, si se supone que la diplomacia refleja, en gran medida, el carácter de una nación. Bolivia y Chile tuvieron todo un lustro de relaciones cordiales, a partir de la asunción al mando de  de S.E. hasta que llegó el presidente Piñera a La Moneda, más o menos. Porque con la presidenta Bachelet hubo magníficas relaciones, con una nutrida agenda de trabajo que satisfacía plenamente a nuestros vecinos del Pacífico, por una razón: no se tocó ni por el forro el tema marítimo.
No importa que las nuevas adquisiciones diplomáticas que trajo bajo la manga el MAS y que ya se han hecho conocer, digan que estábamos a punto de alcanzar grandes logros en nuestro propósito de obtener una salida al mar, porque, en todo caso, si existía esa inminente solución, menos mal que no se produjo, ya que en cualquier arreglo hubiera estado ausente el concepto de soberanía. Es decir que el retroceso sería inaceptable para Bolivia y le hubiera costado la cabeza al Gobierno.
Los chilenos saben muy bien cuáles han sido sus compromisos con Bolivia en el tema marítimo. Conocen bien que desde 1895, pasando por la proposición Kellog, las notas de 1950 negociadas por el embajador Ostria Gutiérrez, el propio memorándum Trucco, la negociación  Banzer-Pinochet de 1975, la resolución de la OEA de 1983 acompañada por Chile, y varias conversaciones no oficiales de alto nivel, giraron siempre en torno a la entrega de un trecho de costa para Bolivia con soberanía.
Lo que mucho extraña es que luego del quinquenio bobo (2006-2011), cuando Bolivia se distrajo con fuegos artificiales, sin incomodar para nada a Chile con nuestro justo reclamo, se hubiera fracasado. Ahora, en vez de que la “confianza mutua” cristalizara en una generosa amistad, resulta en que el gobierno chileno da un giro tan espectacular como el de S.E. el año pasado, desconociendo más de un siglo de su propia historia diplomática, para afirmar que la palabra “soberanía” no entra en el diccionario de las negociaciones con Bolivia. Eso liquida todo acercamiento.
Claro, no faltan patrioteros en Santiago que apoyan esa desatinada y chauvinista posición, y hasta un despistado candidato a Alcalde por Santiago, desesperado por votos, dice la tontera más grande: que Bolivia quiere un puerto para contrabandear cocaína al mundo. Como si Bolivia fuera centro del narcotráfico desde 1895, 1950, 1975 y en tantísimos intentos de solución en que se empeñaron nuestras dos repúblicas. La mala leche es tan grande que no merece mayor comentario.
El hecho es que la guerra verbal no nos conducirá a nada bueno y que se debe volver a la cordura. Chile, que hace gala de madurez y profesionalismo diplomático, no puede desconocer lo que durante más de un siglo sostuvo en cuanto a otorgar a Bolivia una salida al mar con soberanía. Y Bolivia debe entender que nada logrará de Chile si no existe una compensación. En las notas del 50 se determinaba que las eventuales compensaciones bolivianas no tendrían “carácter territorial” pero estaba claro que las habría. ¿Y qué compensaciones podrían ser ésas? Agua, naturalmente. Lo malo es que Bolivia no tiene suficiente agua para compensar a Chile y muchas de las que tiene no las puede utilizar sin afectar al interés peruano.
En Charaña se habló de “aportes” bolivianos que no eran otra cosa que territorio. Es decir un canje simultáneo de territorios para que ambas naciones quedaran con igual extensión  que no provocara descontento interno. Si la solución del corredor al norte de Arica se pudiera reanimar todavía, Chile quedaría con sus misma extensión y zanjaría el dolor de cabeza que le provoca el reclamo boliviano y que se lo provocará hasta el final de sus días. Y Bolivia no perdería territorio y lograría una pequeña costa que la satisfaga.
Parece que otro camino no existe. Todas las elucubraciones que se puedan hacer sobre cómo llegar a un arreglo no corren. Bolivia es un país pobre -aunque los masistas digan lo contrario- y no podremos compensar a Chile con materias primas. Afirmar que Bolivia podría compensar a Chile con gas natural es como para reír. Y los primeros en reírse serían los chilenos porque saben perfectamente que eso no se cumpliría nunca, entre otras cosas porque nuestro gas no es tan abundante como creíamos o no ha sido debidamente explotado. Distinto es que el gas sirva como parte de una integración comercial, donde Chile pague por el gas que compre. Eso sí que es positivo y factible.
En suma, el actual gobierno chileno en vez de continuar empañando su amistad con Bolivia insistiendo en que no se hablará más de soberanía, debería hacer lo contrario y convencer a su opinión pública que lo mejor que puede suceder es acabar con los reclamos de Bolivia, convirtiéndola en su amiga, salvaguardando su propia extensión territorial. Bolivia, por su parte, tendría que hacer un trabajo más complejo: No divagar más, dejar de presentar fórmulas exóticas, y convencer de una vez a su población que el único medio que existe hoy es el canje porque no se perderá territorio y se logrará el objetivo de retornar al mar aunque sea modestamente.

martes, 2 de octubre de 2012

para Chile y para Bolivia es una obligación respetar los tratados. ser serios y actuar con mucha coherencia demandó Piñera en Lima replicando a Evo cara a cara


El Presidente Sebastián Piñera respondió esta tarde a las críticas de su par de Bolivia, Evo Morales, luego de que éste último afirmara que "Chile es un peligro para la región". 
Ante esto, Piñera - quien se encuentra en Perú, participando en la III Cumbre América del Sur – Países Árabes- dijo que "por supuesto que, como Presidente de Chile, no solamente tengo la opción, tengo la la obligación de defender la soberanía, el territorio, el mar chileno".
Asimismo, detalló que "Chile es un  país amante de la paz y respetuoso del derecho internacional, pero también es un país que respeta y hace respetar los tratados".
"Cuando hablamos de política internacional, todos los países deben ser siempre muy serios y actuar con mucha consistencia, con mucha coherencia. Los países tenemos que respetar el derecho internacional y los tratados internacionales, y Chile y Bolivia firmaron el tratado de 1094 hace ya 108 años, y ese tratado tenemos que cumplirlo y respetarlo". 
El Presidente Piñera destacó que "en consecuencia, para Chile y para Bolivia no es una opción, es una obligación respetar los tratados que hemos firmado". 
Pese a ello, acotó que "Chile va a seguir buscando los caminos del diálogo, y muy especialmente con los países vecinos. Y con Bolivia vamos a seguir buscando soluciones buenas útiles y factibles para ambos países. Esa es la forma de avanzar en forma firme y segura, y no pretendiendo ignorar o desconocer tratados que están plenamente vigentes".

Pura Noticias es un portal chileno que ya da pinchazos a Evo Morales quién atacó nuevamente a Chile


El Presidente de Bolivia, Evo Morales, atacó nuevamente a Chile, indicando que "es un peligro para la región", debido a la negativa chilena de acceder a la petición boliviana de tener un acceso soberano al mar. 

"Chile no es solo una amenaza para Bolivia sino también para el Perú. Chile es un peligro para la región porque estamos en épocas de integración", afirmó Morales en una rueda de prensa en Lima.

Por su parte, el canciller chileno, Alfredo Moreno, confirmó el lunes en Lima que su país hará respetar los tratados limítrofes firmados con Bolivia y Perú, tal como lo había señalado recientemente el presidente Sebastián Piñera en la Asamblea de las Naciones Unidas.

VOLUNTAD POLÍTICA

El mandatario boliviano resaltó que "los tratados se pueden cambiar" y que mucho depende de la voluntad política, e incluso puso como ejemplo el que alteró Estados Unidos para devolver el canal de Panamá, el cual poseía a perpetuidad.

"Si Estados Unidos pudo devolver el canal de Panamá, Chile puede devolver el mar para Bolivia", subrayó.

Para Morales, Chile tiene una "deuda histórica" con su país: "No es posible que desconozca y niegue este patrón histórico. No es posible que no haya políticas del Gobierno de Chile para reparar este daño histórico", precisó.

Morales se encuentra en Lima para participar mañana de la III Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y los Países Árabes (ASPA), en la que también estará presente Piñera.

La Tercera difundió en primera plana lo que sigue:


Anoche el presidente de Bolivia, Evo Morales, quedó en medio de la controversia tras asegurar en Lima que "Chile es un peligro para la región". Pero no se trata de la primera vez que el mandatario emite este tipo de frases, en los últimos meses.
El 26 de septiembre, durante su intervención en la 67° Asamblea General de la ONU, dijo que "Bolivia emplaza una vez más al Gobierno de Chile, ante la garantía de esta asamblea general a solucionar definitivamente su enclaustramiento marítimo por los mecanismos pacíficos de solución de controversias".
El 13 de junio pasado, comentó que "puedo entender que este Tratado (de Paz y Amistad firmado en 1904) ya está muerto, ese Tratado no está vigente para mí, porque Chile ha incumplido el Tratado". 
El 5 de junio, en el plenario de la OEA en Bolivia, Morales señaló que "las guerras no otorgan derechos, y Chile me ha respondido que lo que genera derechos son los tratados. Las guerras no otorgan un derecho, el mismo tratado de 1904 ha sido revisado a pedido de Chile, ha sido mofdificado cuatro veces y siempre a solicitud de Chile". 
El 3 de junio, durante la inauguración de la 42° Asamblea General de la OEA, dijo que "Bolivia jamás renunció, jamás renunciará del retorno al mar con soberanía". 
En tanto, el pasado 1 de junio, en medio del partido de fútbol entre Chile y Bolivia, comentó que "si el tema del mar se decidiera en un partido de fútbol, qué bueno sería, pero no es tanto así". 
El 23 de marzo, durante la celebración del Día del Mar en Bolivia, comentó que "Chile no puede continuar siendo un mar vecino, las fronteras chilenas siguen sembradas de minas". "Las amenazas de algunas autoridades de hacer uso de las  fuerzas armadas para resolver las controversias con otros Estados ponen en  evidencia esas contradicciones para un país que se proclama moderno y democrático".
El pasado 27 de diciembre, comentó, en tanto, que "de verdad, no descartamos el diálogo, pero tampoco vamos a seguir dialogando más de 130 años". "Nosotros respetamos los tratados, pero no los tratados injustos, incumplidos, que no resuelvan las demandas históricas". 
Por último, el pasado 22 de diciembre, en una reunión con Ollanta Humala, comentó que "el tratado de 1904 es injusto y fue impuesto por la fuerza".