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miércoles, 23 de enero de 2013

Evo Morales ha convocado a recuperar el Mar, sin disponer de una política seria, estudiada, de consenso en tema de suyo tan sensitivo para el alma boliviana

Durante la larguísima perorata de Evo Morales al recordar los tres años de la "creación del Estado Pluri", se ha referido a los 200 años de la creación de Bolivia, y a la tarea de celebrar el 2025 integrados a la vecindad del mar. En otras palabras, ha insinuado que Bolivia tendría que contar para entonces con una puerta independiente hacia el Océano Pacífico. Sobre esta idea central caben tres reflexiones.

Primera. Nadie puede negarle al pueblo de Bolivia el legítimo derecho de regreso al Mar. Este principio inalterable que fue aspiración desde el mismo día que los gobernantes suscribieron el Tratado de Paz y Amistad de 1904 que nos cerró el acceso a nuestras propias costas y que con palabras bonitas de "compensación, asistencia y facilidades" significó nomás la amputación del cuerpo geográfico de Bolivia. Por ello las FFAA, lo tenían como un lema "La salida al Mar es un derecho y recuperlo es un Deber", que este régimen masista lo hizo desaparecer, por lo que la primera consigna será reinstalar la consigna en todos los documetos de las Fuerzas Armadas de Bolivia.

no bastan unos miles de soldaditos con fusiles Máuser para ganar una guerra
Segunda. El regreso al Mar no puede ser objeto de manipulación política y de conveniencia partidaria. Las FFAA tienen la sagrada tarea de evitar que Evo Morales, utilize, manipule, instrumente esta aspiración con miras a perpetuarse en el poder. El verbo "evitar" comprende una serie de acciones que están en plena ejecución con miras a lanzarnos a una "especie de contienda con Chile", sin el consenso más elemental y sin la debida preparación, atenidos tan sólo a los mayores ingresos por la exportación del gas y los minerales, sino como resultado de una política firme, sostenible,, "nacional" o sea de todos los sectores sin exclusión alguna.

Tercera. Cuando el Presidente Hugo Bánzer emprendió una negociación abierta (es decir sin limitaciones) con Chile con miras a obtener una salida soberana al mar, lo hizo luego de una aproximación real, honesta, a la sociedad civil, iniciando un amplio debate con instituciones como los Comités Cívicos, el comité Pro Mar, los excombatientes, los empresarios, los trabajadores, los estudiantes, la Iglesia, los intelectuales, conformó el grupo de los Cien Notables, que convocados a la Cancillería para escuchar la propuesta del General Pinochet dijeron lo suyo, sin tapujos, ni debilidades. Por tanto, si el Gobierno de Evo Morales está interesado en efectuar un franco, realista y definitivo planteamiento ante el Gobierno de Chile, tendrá que obtener "el consenso que no tienen" sus actales "oscuras manipulaciones" en cuanto a la denuncia ante Tribunales Internacionales o nuevas aproximaciones con Perú y Argentina los otros dos vecinos de Chile que tienen mucho que ver con esta política boliviana de retorno al Mar.

El Comité Pro Mar debería pronunciarse en términos claros para evitar que la manipulación siga adelante, y las sorpresas desagradables como parecen estar en marcha, con la política miope del partido de Gobierno, dispuesto "a todo con tal de mantenerse en el poder" inclusive a lanzarse en acciones agresivas y de fuerza en contra de Chile, con gravísimo riesgo para la estabilidad y la integridad del Estado. Mauricio Aira, Editor

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