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domingo, 28 de abril de 2013

ERBOL ofrece un texto más completo que otros medios sobre la declaración de Rodríguez Veltzé Plenipotenciario ante la Corte de La Haya. dice que el juicio puede durar de tres a cuatro años y enumera las posibles etapas del mismo tomando en cuenta las alegaciones que Chile presentará ante los jueces de Holanda.


El expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé indicó este domingo a Erbol que el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya dictará una sentencia en aproximadamente tres o cuatro años sobre la demanda de Bolivia contra Chile, para una salida soberana al mar.

Durante este lapso de tiempo ambos países tendrán que presentar sus alegatos y otras formalidades legales que van directamente relacionadas al hecho.

El Agente de Bolivia manifestó que existen etapas preestablecidas que deben cumplirse necesariamente, lo que no significa que en un menor tiempo pueda surgir una resolución desde La Haya.


“No existe un plazo preciso ni definitivo, lo que se puede hacer es una aproximación, que una vez cumplidas estas etapas de presentación de estas memorias en un año o año y medio. La presentación de los alegatos orales otro tanto, se puede pensar que en tres o cuatro años se pueda contar con una resolución. También puede acortarse, afirmó.

De acuerdo con las normas del TIJ, ambos países deben nombrar sus agentes, en el caso  boliviano es el ex mandatario. El canciller chileno Alfredo Moreno señaló que es un tema que se encuentra en proceso y no dio más detalles.

Pasos previos

“La demanda está presentada formalmente al Tribunal, éste ya hizo conocer a Chile, ya se produjo, tenemos constancia de ello. Fuimos informados. La CIJ coloca en su sitio web, una vez que ha sido conocida a través del canal diplomático a Chile. Chile dispone de un plazo para hacer conocer a quien lo representará. También tiene que acreditar un agente y eventualmente tiene que presentar lo que considere conveniente, agregó.

El miércoles 24 de abril, el gobierno de Evo Morales presentó oficialmente la demanda legal ante el Tribunal Internacional de Justicia, para obligar a Chile “negociar con buena fe y eficiencia con Bolivia, con el objetivo de alcanzar un acuerdo para que acceda al Océano Pacífico con soberanía”.

El gobierno de Santiago luego de conocer esa demanda y recibir oficialmente el alegato, anticipó en señalar que planteará la incompetencia de la Corte. El Mapocho siempre sostuvo que el conflicto marítimo es un tema bilateral.

Rodríguez Veltzé sostuvo a Erbol que en materia de procedimientos, Chile no puede soslayar decisiones que se adopten.

“En un mes el presidente del TIJ convoca a los agentes con quienes resuelve los términos para la consecución del proceso. Se acuerda de la manera concertada con el Presidente los tiempos en los que las partes podrán presentar estas pruebas que son de carácter escrito. Luego de esta etapa, vienen los alegatos orales que se hacen por turnos sucesivos antes del que el TIJ ingrese a una etapa de deliberación y formule su resolución final”, enfatizó.

El Agente boliviano no descartó que Chile objete competencias, lo que abriría un procedimiento incidental y en términos simples, alargaría el proceso. Claro está que al final el TIJ dirá si Chile tiene o no razón para la objeción.

Frente a la eventualidad que el país vecino negara competencia a La Haya, el TIJ tiene una regla que debe acatarse.

“Las partes llevan la determinación de aceptar los fallos. Cuando una de las partes consciente la disputa, se entiende que esa parte consentirá el fallo. Si surgiera esa contingencia, este sistema se pone en conocimiento de las Naciones Unidas, ello puede generar procesos conducentes para que la parte cumpla con la resolución”, advirtió.

Derecho expectaticio

Rodríguez Veltzé sustentó la argumentación que incluyó Bolivia a su demanda contra Chile, donde se enfatizan los derechos expectaticios, como una referencia a una terminología doctrinal

La autoridad señaló que las promesas de un estado a otro para superar injusticias, generan derecho internacional que puede ser reclamado.

“El derecho internacional público se ocupa de las relaciones entre los estados y regula la estabilidad y las consecuencias que tienen las actuaciones entre estos estados. Cuando un estado realiza ofrecimientos o gestiones conducentes a mejorar relaciones, a salvar injusticias o superar diferencias. Esa serie de acontecimientos generan derechos”, dijo

Recordó que en varias oportunidades Chile hizo ofertas para zanjar el diferendo limítrofe por lo tanto, estos compromisos y gestiones el derecho internacional los incorpora.

“Las doctrinas dicen que los ofrecimientos y conducta de los estados también implican derechos. En esta línea se recuperó estas argumentaciones y hechos debidamente documentados. Creemos que el derecho internacional da una base. Esto puede llevarnos  concluir con chile una negociación ininterrumpida y que permita una salida al mar”, mencionó.

Un ejemplo: en los puntos 16 y 18 de la demanda, Bolivia menciona: “Sobre la base de éstos y otros compromisos, Bolivia y Chile entablaron negociaciones intentando un acuerdo que se encuentra en las notas intercambiadas el 1 y 20 de junio de 1950….la nota chilena en respuesta de fecha 20 de junio de 1950, establece que: “mi gobierno…desea ingresar formalmente a una negociación directa con el objetivo de encontrar la fórmula que haría posible ceder a Bolivia  una propia y soberana salida al océano Pacífico y para Chile obtener compensaciones que no son de carácter territorial y que tome efectivamente en cuenta sus intereses..”.

sábado, 27 de abril de 2013

México no le reclama a EEUU su territorio perdido en una guerra y es que no perdió su costa. Bolivia le reclama porque no tiene un metro de costa por la avaricia de Chile. Gunnar Zapata desde OPINION compara sobre la Demanda Boliviana...

Acertada fue la decisión presidencial para designar como agente boliviano ante la Corte de La Haya, al expresidente de la República, Eduardo Rodríguez Veltzé. Rodríguez Veltzé llegó a asumir las funciones del primer mandatario de la nación, siendo presidente de la Corte Suprema. Su experticia jurídica es el principal referente para sostener la garantía de la seriedad y solidez de la demanda presentada ante la Corte Internacional de Justicia, el pasado 24 de abril.

La Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial principal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Constituida en 1945, esta Corte está encargada de decidir sobre las controversias de orden jurídico entre Estados, conforme al Derecho Internacional, y emitir opiniones consultivas sobre cuestiones jurídicas solicitadas por órganos o instituciones especializadas de la ONU. Considerando la existencia de esta entidad, nuestro Estado se animó a presentar la demanda ante esta Corte, recientemente. Quizás por la demanda presentada por Perú contra el mismo país, de manera precedente. 

Bolivia toca otras puertas para ser escuchada por el mundo y lograr el apoyo internacional necesario para que el Estado chileno pueda dialogar seriamente sobre una salida al océano Pacífico, en el marco de nuestra política de Estado. La política de Estado chilena se abocó a mantener este conflicto como asunto bilateral, de correspondencia absoluta a Bolivia y Chile. El problema no es la bilateralidad del conflicto, el problema radica en la actitud del Estado chileno para no incluir esta demanda en ninguna mesa de diálogo, estableciendo un diálogo de sordos. Por tanto, no se puede dialogar sobre un tema con alguien que no quiere hacerlo.

Recuerdo el año 2004, cuando vivimos momentos de tensión entre los gobiernos de Carlos D. Mesa y Ricardo Lagos. Nuestro presidente, en aquel entonces, presentó “El Libro Azul: El Problema Marítimo Boliviano” en la Asamblea de la OEA desarrollada en Ecuador. Este hecho representaba una estrategia de Mesa para presionar a Chile a un diálogo serio. Lagos, por su parte, cerraba cualquier opción de diálogo, recurriendo al argumento del respeto a los tratados firmados. El presidente chileno comparó el conflicto del Pacífico con la guerra sostenida por Estados Unidos contra México en la década de 1840, donde el país vencido no solicitaba el territorio perdido. Sin embargo, México no perdió el acceso al mar en esa guerra, Bolivia sí. La presentación de la demanda es importante, independientemente de su abordaje en la Corte Internacional de Justicia, obliga a Chile a referirse al tema, rompiendo esa actitud silente. Necesariamente, ambos Estados debemos llegar a un diálogo, sea por “la razón o la fuerza”.

viernes, 26 de abril de 2013

Alar García reconoce que Bolivia debe tener salida al MAR, aunque ve en lo de La Haya "motivos electorales de Evo para ser reelecto" interesante.


El expresidente del Perú, Alan García Pérez, manifestó que la motivación del presidente Evo Morales de presentar una demanda contra Chile –por el tema marítimo- está precedida por la intención de ser reelegido.
Alan García dos veces presidente del vecino Perú. Reeleción de Evo

“Si usted pone en la Constitución una fecha mandatoria (para resolver el tema marítimo), uno mismo se encadena a esa fecha mandatoria, creo que eso es en parte lo que ha impulsado esta extraña argumentación (demanda ante La Haya), y tal vez también la necesidad de impulsar una reelección”, declaró García en entrevista a CNN Chile.

El exprimer mandatario peruano argumentó que en la historia de América -y de otros países del mundo-, “normalmente tenemos muchos ejemplos de usar temas limítrofes con afanes nacionalistas cuando uno quiere ir a la reelección”.

Respecto a la demanda marítima contra Chile presentada por Bolivia ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, indicó que no le augura buenos resultados.

“No soy juez de La Haya, pero tal como he visto estructurado el tema, me parece que la demanda boliviana (por una salida al mar) no tiene tantas posibilidades como la del Perú”, aseveró.

El 16 de enero de 2008 el presidente Alan García inició en la Corte Internacional de Justicia el “Caso concerniente a la delimitación marítima entre la República del Perú y la República de Chile”, sobre la soberanía de una zona marítima de aproximadamente 37.900 km² en el océano Pacífico.

García, sin embargo, consideró que Bolivia debería tener acceso al mar, dado que nació como país con ese atributo.

“Digo que habiendo tenido antes llegada al mar, a través del trato bilateral y en el tiempo que disponga la historia, sería bueno que por un acuerdo bilateral alguna vez tuviera acceso al mar; si es soberano o no, eso ya depende del trato de las partes”, apuntó.

rescatar tres conceptos. 1. demasiada premura si hasta parece que Rodríguez Veltzé es "la figura" y no el pensador. 2. gesto civilizado recurrir al TIJ. 3. no el Tratado sino la forma o sea derecho a negociar con Chile. (El Día, SC)


La primera reacción ha sido la sorpresa por la presentación de la demanda boliviana ante los tribunales internacionales de La Haya, apenas unas semanas después de la posesión de expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé como responsable de esta delicada misión. Supuestamente él, junto a un experimentado grupo de abogados, debían ser los responsables de elaborar la petición y en el día de su posesión, el experimentado jurista recomendó tener paciencia, virtud que parece haber fallado desde el inicio.  

Algunos se preguntan si es que se recurrió a Rodríguez Veltzé simplemente por una cuestión de imagen, duda que se refuerza al ver la frondosa comitiva que se trasladó a Holanda, donde se hicieron presentes connotados y muy cuestionados funcionarios del régimen gobernante, pero ni uno solo de los “grandes expertos” en materia de derecho internacional que asegura el Gobierno están trabajando en este proyecto. Este proceso será muy largo y complicado; Chile lleva mucha ventaja y experiencia acumulada, puesto que mantiene un litigio en La Haya con Perú y seguramente nuestro país va a lograr muy poco si mantiene las cosas en un ambiente de improvisación, privilegiando el espectáculo por encima de la cualidad jurídica que debe imponerse en un escenario tan importante.  

Al recurrir a La Haya Bolivia no solo está jugando la más complicada de sus cartas en la demanda marítima, sino que realiza un giro absolutamente radical en su postura, que siempre ha mantenido en el plano de la negociación bilateral. Fiel a su estilo de ventilar todos sus problemas en los foros internacionales, la diplomacia boliviana ha recurrido en este caso a un tercero para definir una histórica demanda. Eso conlleva el riesgo de establecer un nuevo hito en el proceso, como lo fue el Tratado de 1904 del que se agarra Chile para no ceder ni un milímetro.  

Por otro lado, recurrir ante la justicia internacional no deja de ser un gesto altamente civilizado por parte del Estado boliviano. Conviene entonces que abandone o cuando menos afloje un poco sus posturas pendencieras que constantemente cuestionan la existencia de los organismos multilaterales, a los cuales precisamente está recurriendo. Esa esquizofrenia no le conviene a los objetivos de esta demanda.  

En segundo lugar, se necesita mantener con Chile un diálogo fluido, una posición de sensatez y dejar de lado los ataques estériles que no aportan a la demanda, que en términos muy concretos, invita al país vecino a negociar. Lo correcto sería mantenerse abiertos al diálogo, como lo han hecho justamente Perú y Chile en estos años de litigio sobre su disputa de las aguas territoriales en el Pacífico. A eso se debe sumar la necesidad de conducir este diferendo en el plano de la máxima sobriedad y reserva posible de tal manera de no despertar falsas expectativas. El peor error sería combinar trinchera, electoralismo y algarabía verbal.  

Para finalizar resulta imprescindible hacer un comentario sobre la estructura de la demanda ante La Haya. Ha quedado claro que no se va al fondo, sino a la forma. No se está planteando una demanda en contra de la nulidad o de la validez del Tratado de 1904 y simplemente se está implorando por un derecho a negociar con Chile. En ese caso conviene ponerle atención a las palabras de Eduardo Rodríguez Veltzé, quien ha afirmado que existe solo una “posibilidad razonable” de que Bolivia obtenga un resultado favorable a nuestro país. Y ojalá se cumpla su diagnóstico de que este es un trabajo serio que hace la diplomacia nacional. Sería la primera vez.
Al recurrir a La Haya Bolivia no solo está jugando la más complicada de sus cartas en la demanda marítima, sino que realiza un giro absolutamente radical en su postura, que siempre ha mantenido en el plano de la negociación bilateral. Fiel a su estilo de ventilar todos sus problemas en los foros internacionales, la diplomacia boliviana ha recurrido en este caso a un tercero para definir una histórica demanda.

miércoles, 24 de abril de 2013

con la misma fuerza...proclama Piñera, la tercera declaración en un mismo día..."me comprometro a defender cada metro de tierra, cada metro de agua...vamos a seguir con actitud firme (oponiéndose a Bolivia)


"Quiero decir en forma fuerte y clara que Chile y Bolivia celebraron en el año 1904 un tratado de límites, y ese tratado fue válidamente celebrado y se encuentra plenamente vigente. Y que este tratado estableció con meridiana claridad y por tanto no existen límites pendientes entre ambos países, y por lo tanto, Chile que es un país respetuoso del derecho internacional cumple los tratados que firma, pero como es natural exige a las contrapartes cumplir los tratados que ellas también firmaron", manifestó.
El Mandatario agregó que "quiero dar la más plena garantía a todos y cada uno de nuestros compatriotas que utilizando todos los instrumentos de los tratados y del derecho internacional, este Presidente va a defender con toda la fuerza del mundo cada metro cuadrado de nuestor territorio y cada metro cuadrado de nuestro mar".
"No vamos a ceder soberanía chilena a ningún país, porque nuestro territorio, nuestro mar, nuestra soberanía, nos pertenece legítimamente a todos los chilenos", enfatizó.
No obstante, el Mandatario dijo que "vamos a mantener como siempre lo hemos hecho una actitud constructiva y de diálogo para ir avanzando y facilitar que el comercio boliviano pueda salir a través de los puertos chilenos. La mejor prueba de que Chile ha cumplido en forma honesta y de buena fé el tratado de 1904 es que hoy día más del 70% del comercio marítimo de Bolivia sale a través de los puertos chilenos".
"Pero estamos disponibles para seguir avanzando. En unos días más se van a cumplir 100 años desde que se construyó el ferrocarril de Arica La Paz y hemos reconstruído ese ferrocarril, porque Chile es un país que cumple los tratados que firma, pero también busca y trabaja por tener las mejores relaciones con los países del mundo y muy especialmente con los países vecinos", agregó.
Por ello, Piñera manifestó que "con las misma fuerza que me comprometo a a defender cada metro cuadrado de tierra, cada metro cuadrado de mar y la soberanía de nuestro país, quiero decir que vamos a seguir con una actitud firme y constructiva para encontrar soluciones factibles, concretas y útiles para ambos países".

martes, 23 de abril de 2013

Piñera está convencido que Bolivia no podrá adelantar nada en La Haya, que existe el Tratado de Bogotá de 1948. Lo cierto es que Chile muestra inquietud.


"Creo que Bolivia no va a impugnar el Tratado de 1904, porque no puede hacerlo por haber suscrito el Tratado de Bogotá (de 1948)", afirmó Piñera, en una entrevista con la radio Duna de Santiago.
Bolivia firmó el acuerdo de Bogotá, que insta a los países a resolver sus conflictos en el tribunal de La Haya, pero con una reserva. Recientemente, el Congreso de ese país levantó esa reserva, pero igualmente Bolivia no podría impugnar ante este tribunal resoluciones anteriores a 1948.

"Lo que van a tratar de decir es que se crearon derechos después del año 1948 y eso va a pretender llevarlo a La Haya, pero ¿qué tipo de derechos?: lo que ellos llaman 'derechos expectaticios'", agregó el mandatario.
"Van a sostener -por ejemplo- que el año 1950 el canciller (chileno) Horacio Walker, que el año 1975 en la localidad (boliviana) de Charaña y que tal vez la agenda de 13 puntos de la expresidenta (Michelle) Bachelet generaron en ellos unos derechos expectaticios", explicó Piñera.
No obstante, añadió el mandatario, "el hecho de que Chile haya estado dispuesto y el hecho de que Chile en algún momento se haya sentado a la mesa (de negociaciones) no genera un derecho expectaticio y una obligación. Esa es una interpretación legal profundamente equivocada".
El canciller boliviano, David Choquehuanca, y el embajador Eduardo Rodríguez viajaron el fin de semana a La Haya para presentar la demanda contra Chile, sin que se conozcan hasta ahora los argumentos de fondo.
Bolivia decidió hace dos años llevar a Chile ante el tribunal internacional, con su centenario reclamo de una salida soberana al océano Pacífico, la que perdió en una guerra en 1879 que se selló con el Tratado de Paz y Amistad en 1904.
"Creo que si nos demanda en La Haya la posición boliviana no tiene ningún sustento. Chile ha cumplido fiel y religiosamente el tratado de 1904", concluyó Pinera.
Producto de la falta de acuerdo, ambos países carecen de relaciones diplomáticas desde 1978.

martes, 16 de abril de 2013

importante. líderes políticos al apoyar la gestión en La Haya sugieren nombramientos diplomáticos en personalidades identificadas con la causa del MAR.


La oposición boliviana propuso el martes formar una comisión que se encargue de un proceso conciliatorio con Chile, sobre la demanda marítima, y que funcione paralelamente al desarrollo de la demanda que el país interpondrá ante La Haya.

Samuel Doria Medina, líder de Unidad Nacional (UN), dijo que "hemos sugerido que debería conformarse un equipo de alto nivel como el que está llevando adelante la demanda para poder analizar y encarar la posibilidad de que en algún momento por instrucción de la propia Corte de la Haya se pueda llevar adelante un proceso de conciliación".
La propuesta fue expuesta en una reunión en la que participaron líderes de partidos de oposición, como Doria Medina y Edwin Herrera a nombre del Movimiento Sin Miedo (MSM), la principal autoridad de la Dirección Nacional de Reivindicación Marítima (Diremar), Juan Lanchipa y el embajador plenipotenciario ante La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé.
La propuesta establece también que los cuatro cargos diplomáticos más importantes relacionados con la demanda marítima sean ocupados por ex embajadores y conocedores a profundidad de la temática, como por ejemplo el ex presidente Carlos Mesa podría ocupar el cargo de embajador ante las Naciones Unidas.
El Cónsul ante Chile, podría ser Gustavo Fernández, el ex canciller Armando Loayza podría ser el embajador de Bolivia en Perú y el ex Canciller Javier Murillo, embajador ante la Organización de Estados Americanos. Doria Medina explicó que un tercer aspecto de la propuesta es que el presidente Evo Morales sea el encargado de presentar la demanda marítima ante La Haya, por la importancia que tiene el tema. Finalmente la sugerencia de la oposición apunta a que Bolivia debía determinar un presupuesto similar al de Chile para el desarrollo de la demanda marítima, que sería de 15 millones de dólares, según lo anunciado por el país vecino. Tanto Lanchipa como Rodríguez Veltzé anunciaron que "tomarán en cuenta las sugerencias" que hicieron los líderes de la oposición y que analizarán la posibilidad de viabilizar las mismas.
Fuente: Gigavisión, ABI

jueves, 11 de abril de 2013

Jaime Aparicio diplomático de larga data lamenta "la penosa procesión de ex-autoridades ayudando a distraer la atención" del MAS por la manipulación del sistema judicial. Las confesiones de Soza hubieran producido el fin de un Gobierno. Valioso texto.


Cuando el Gobierno hábilmente pone en el centro de atención del público el tema marítimo, es penoso ver la procesión de exautoridades al palacio, ayudando a distraer la atención de los bolivianos sobre el escándalo de la manipulación del sistema judicial con fines políticos. Faltó la talla moral de un político que, a riesgo de ser impopular, se hubiese pronunciado al salir del palacio, no sólo sobre el mar sino también sobre la malignidad que se cierne sobre el país. El quedarse callado no es un acto de generosidad política, sino de deslealtad con los valores republicanos supremos: la libertad y la justicia.
En un país civilizado, las confesiones de un fiscal sobre cómo el Gobierno acusa, persigue, compra testigos, detiene o asesina, como sucedió con el caso del hotel Las Américas, hubieran causado un escándalo político si no el fin de un Gobierno. Sólo en Estados primitivos o en descomposición sucede que los Gobiernos entreguen las fiscalías a gente del hampa. Produce escalofríos escuchar la supuesta conversación telefónica del fiscal Soza, respecto a cómo funciona la justicia boliviana.
Si la sociedad no acaba con esa práctica del MAS de poner a fiscales y jueces a detener opositores y extorsionar a comerciantes, ese sistema va a convertirse en un verdadero cáncer social que tarde o temprano va a afectar a los mismos que hoy se creen ajenos a ese problema.
Bolivia nunca se ha distinguido por tener un buen sistema judicial, pero tampoco habíamos llegado a este extremo de degradación. La finalidad de la prisión preventiva en Bolivia, hoy se ha desvirtuado hasta convertirse en un castigo anticipado a quien no ha sido probado culpable, sea por razones políticas o de extorsión. Hoy, el Estado es incapaz de brindar seguridad o garantías de imparcialidad jurídica a la sociedad.
Por eso, no es de extrañarse que gran parte de los dirigentes de la oposición tengan juicios en su contra y que las cárceles estén llenas de presos políticos y víctimas de extorsión.
El reconocimiento y la garantía de los derechos humanos a la libertad individual y a la seguridad personal, son derechos reconocidos por la Declaración Universal de Derechos Humanos y por la Convención Americana sobre Derechos Humanos, tratados que en Bolivia tienen jerarquía constitucional. Por fortuna, aunque tome algunos años, los casos presentados contra el Gobierno en distintos tribunales de justicia o arbitrales internacionales van a permitir sancionar a los responsables del abuso de poder, de crímenes extrajudiciales, detenciones arbitrarias, tratos indignos y acusaciones sin pruebas.
En un comunicado de prensa del 5 de abril, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que recientemente recibió en audiencia a los representantes del Tipnis, señaló que: “la Comisión considera de suma preocupación la continuidad de la afectación y desconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas en varios países de la región, la continuidad de graves afectaciones a la vida e integridad física y cultural de pueblos, comunidades y personas indígenas, la represión de acciones de protesta y manifestaciones públicas realizadas por líderes, lideresas, autoridades y miembros de pueblos indígenas en defensa de sus derechos.”
Igualmente, la CIDH manifestó “suma preocupación por la información recibida en audiencias sobre el uso excesivo de la prisión preventiva” en la región. Casualmente, ése es el método de represión política preferido del Gobierno a través de fiscales venales, y por el que hoy languidecen en las cárceles bolivianas muchos bolivianos y extranjeros, civiles y militares inocentes.
La red de extorsión sigue intacta, salvo algunos operadores de poca monta que guardan detención para que el negocio siga funcionando. Un sistema perverso que funciona a la sombra del aparato propagandístico del Gobierno, que constantemente saca de la manga temas para distraer la atención de los verdaderos problemas de nuestra sociedad. Curiosamente, después de siete años de ignorar el tema del mar, hoy les viene a mano para evitar que descubramos cómo opera un tramado mafioso desde los más altos cargos del Gobierno.
El autor es abogado y diplomático

miércoles, 10 de abril de 2013

Adolfo Cácees Romero reaparece en Los Tiempos para referirse al principio proclamado por Chile "la victoria da derechos" y a la réplica boliviana al libro "El Derecho de Conquista..." rebatido por Rufino de Elizalde


“Bosque de espumas talado.
Mar encontrado y cedido.
Tu caracol rescatado
zumba de nuevo en mi oído”.
“Patria de sal cautiva”,
Óscar Cerruto 
El mar nunca dejó de pertenecernos. Siempre formó parte de nuestro ser; por eso lo evocamos constantemente. Desde niños soñamos con él; lo añoramos y cantamos su ausencia, pero nunca lo damos por perdido. Ahora, después de 134 años, nuestro reclamo saldrá al mundo, en busca de justicia en un foro que consideramos respetable e idóneo para juzgar nuestra causa. Veamos algunas consideraciones que deben ser tomadas en cuenta, especialmente por los justificativos que expone el usurpador, amparándose en el “derecho de conquista”.
A raíz de la publicación en Buenos Aires de “El Derecho de Conquista y la Teoría del Equilibrio en la América Latina” (1881), libro de Santiago Vaca Guzmán, se armó una polémica que fue sostenida precisamente por Vaca Guzmán, refutando las críticas de Rufino de Elizalde, redactor de “El Constitucional” periódico de la capital argentina —entre el 28 de febrero y el 21 de marzo de 1882—. Elizalde criticó los juicios de Vaca Guzmán —quien condenaba la agresión chilena, en base a datos históricos de relevancia—, justificando el derecho de conquista, con una serie de argumentos que luego fueron brillantemente rebatidos por nuestro connacional. Es lamentable que ese libro, a todas luces esclarecedor, sea desconocido no sólo por los historiadores bolivianos, sino también por los políticos e intelectuales del país. Lo comenté, con cierta amplitud, en el IV volumen de mi “Nueva Historia de la Literatura Boliviana”, que la Editorial Kipus entregó en la Feria del Libro de Cochabamba, el año pasado.
Nadie se pronunció al respecto, por su novedoso enfoque, a pesar de que hice llegar algunos ejemplares a varios escritores y periodistas del país. De todos modos, pienso que el libro de Santiago Vaca Guzmán se halla en el archivo nacional de Sucre y debería ser reeditado, para llegar a los hogares de los estudiantes bolivianos.
Elizalde dice en una parte de sus críticas: “La conquista no es un derecho, no hay duda, pero es un hecho que funda un derecho y los hechos no se discuten, se imponen”. Así fue y, al parecer, todavía es; luego Elizalde añade: “Los Estados de América no han renunciado nunca a producir el hecho de conquista, como fuente de derecho. Los Estados Unidos lo han producido y otras naciones de Norte de América se han sometido a este rigor (alude la anexión de Texas, en perjuicio de México; Guantánamo, en Cuba; el canal de Panamá, que luego fue devuelto a su dueño, etc.). “Ninguna nación americana protestó por la aplicación del hecho de conquista”, dice Elizalde, para concluir con: “La Inglaterra ha conquistado inicuamente las Islas Malvinas, territorio argentino, sin que tampoco se haya asociado al despojo ninguna nación a secundar su protesta”.
Veamos algo más de lo que argumentó ese reportero argentino: “Si Chile consigue anexiones de Bolivia y Perú, el mutismo universal ha de consagrarlas./ El remedio no está ya en desconocimientos postreros, que no tendrían base, aunque se hiciesen, no producirían efecto./ Bolivia y Perú tienen que salvarse con sus propios medios o sucumbir. En el último caso, la reacción ha de venir de los efectos de la conquista”.
Duro trance el que ahora nos toca afrontar. Desde luego que los tiempos han cambiado; sin embargo, muchas anexiones todavía continúan vigentes. Santiago Vaca Guzmán, con la obra que mencionamos, nos muestra que este historiador jamás perdió la fe en la justicia; de ahí que debemos guiarnos por su voz, que no fue lanzada para ser desestimada por olvido o ignorancia. Paso a paso nos revela cómo trabajó Chile, desde 1840 adelante, para despojarnos nuestro extenso Litoral. No es sólo la mierda de los pelicanos lo que despertó su ambición, sino la inmensa riqueza que encierran las minas y salitreras existentes en los 120.000 kilómetros cuadrados que nos arrebataron, sin contar la riqueza de las aguas marinas. Para ello, primero sonsacó a Melgarejo y consiguió penetrar en el suelo que ambicionaba. Desde luego que se fue armando con ayuda de Inglaterra, país perito en anexiones. No le fue difícil justificar su zarpazo, cuando supo que Bolivia se hallaba más indefensa que nunca. El año anterior, o sea 1878 (ver la prensa de entonces, especialmente “El Litoral de Antofagasta” y “El Industrial”), la sequía, las epidemias (especialmente la peste), la hambruna por la falta de recursos y fuentes de trabajo; el empobrecimiento del Estado a raíz de la caída de la plata en el mercado mundial, le llevaron al presidente Daza a exigir el pago de 10 centavos por cada quintal de salitre exportado por las compañías chilenas que trabajaban en las costas bolivianas.
Su resistencia a dicha imposición y consecuentemente el embargo de esas empresas, fue el detonante para que Chile, el 14 de febrero de 1879, ocupara militarmente el puerto de Antofagasta; luego Tocopilla, Mejillones, Calama, que fue el único lugar donde encontró resistencia, con la inmolación de Eduardo Abaroa. Así se dio el despojo y nunca más pudimos sentir el vaivén de las olas del mar ni contemplar el vuelo de las gaviotas.
Gracias a la buena voluntad de Juan Cristóbal Soruco, director de este prestigioso matutino, contamos con el presente espacio que, desde luego, nos ha resultado limitado, teniendo en cuenta lo mucho que podemos decir, especialmente respecto al papel que desempeñaron algunos de los protagonistas de este trágico pasaje de nuestra historia; asimismo, a la luz de nuevos documentos, nos impulsa el deseo de esclarecer algunos hechos, para finalmente analizar la imposición del Tratado de Paz de 1904, que el Gobierno de Piñera lo considera definitivo e intocable.
El autor es escritor

martes, 9 de abril de 2013

Mario Rueda nos muestra el acuerdo por el cual Chile no puede ceder a Bolivia territorio alguno sin antes buscar su parecer y a Perú sobre lo mismo. nos cierra un candado con dos llaves en poder de Chile y Perú.


Tenemos al frente muy difusas declaraciones que sólo acentúan la ominosa imagen del candado. Y es altamente probable que Chile y Perú mantengan tan ominoso cerrojo
Tanto en Chile como en Perú, algunas personalidades de la política ensayan posiciones favorables a la causa marítima de Bolivia. Desde la capital del Mapocho, ciertos líderes de la oposición que se postulan como candidatos a la Presidencia de la República, plantean la necesidad de que se nos beneficie con un acceso soberano al Pacífico. Unos consideran que esta concesión debe ser un “corredor marítimo” y otros prefieren la opción de “enclave territorial”. Ninguno de los proponentes abunda en mayores detalles.
En Perú, nada menos que el propio Presidente de la República, en declaraciones públicas, se manifestó partidario del retorno boliviano al Pacífico.
Pero tanto en Chile como en Perú se omite un detalle crucial para la credibilidad de ambas adhesiones. Se trata del Art. 1 del Protocolo Complementario del Tratado que ambos países suscribieran el 3 de junio de 1929, cuyo texto reza lo siguiente: “Los gobiernos del Perú y de Chile no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que de conformidad al tratado de la misma fecha, queda bajo sus respectivas soberanías”. La denominada “Línea de la Concordia” (entre Tacna y Arica), como raya demarcatoria de fronteras entre ambos países, marca el espacio de dicha prohibición.
En consecuencia, si Chile quiere cederle a Bolivia un corredor marítimo o un “enclave territorial”, tiene que contar con la previa autorización del Gobierno peruano. Éste, de tal modo, tiene las llaves de esta suerte de candado a la aspiración marítima de Bolivia.
Si los líderes políticos de la oposición chilena quieren credibilidad sobre el tema, lo primero que deben hacer es promover acciones del Legislativo y Ejecutivo para que Perú y Chile expurguen del Tratado de 1929 el tristemente célebre Protocolo Complementario. Igual obligación corre para el actual Presidente del Perú y para cuantos en esta nación vecina apoyan la causa marítima de Bolivia.
Lamentablemente, no se lo hace. Tenemos al frente muy difusas declaraciones que sólo acentúan la ominosa imagen del candado. Y es altamente probable que en el futuro mediato, Chile y Perú mantengan tan ominoso cerrojo.
El autor es periodista

jueves, 4 de abril de 2013

Roberto Querejazu y Juan Pereira Fiorilo son fuentes inagotables de conocimiento en materia de Recuperación Marítimas. de sus aportes nuestro editor escribe sobre Eduardo Rodríguez como Plenipotenciario ante La Haya.




Mirar hacia adelante

Mauricio Aira


”Eso de la victoria da derechos, no va más” ha sido uno de los conceptos del flamante Embajador Plenipotenciario de Bolivia ante los Tribunales Internacionales.  El nombramiento del Jefe de Estado en la persona de Eduardo Rodríguez Veltzé sorprendió gravemente hace pocas horas, en razón del prestigio de que goza el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia y de la República de Bolivia, condición que difícilmente alcanza un ciudadano de haber presidido dos de los tres órganos del poder público.

La designación  por un D.S. y a cargo del propio Evo Morales, con toda la solemnidad en el Palacio de Gobierno, hace vez la importancia que le asigna el Ejecutivo a la elevada función que ejercerá el Dr. Rodríguez como Agente Especial ante la Corte de La Haya por una salida soberana  al Océano Pacífico y la nulidad del Tratado llamado de Paz y Amistad con Chile suscrito en 1904 por el que Bolivia cedió los 560 kilómetros de costa con que nació el 6 de agosto de 1825 y resultado de la llamada Guerra del Pacífico iniciada con el sorpresivo desembarco de tropas chilenas el 14 de febrero de 1879.

Bolivia jamás aceptó la invasión de su territorio. Todavía con el fragor de las batallas a los pocos meses de aquel aciago día empezó sus protestas, las que han sucedido ininterrumpidamente, se puede afirmar, que no pasó un solo año y suman 134 sin reclamar y protestar por la injusticia cometida por el invasor prevalido de la fuerza pública y la superioridad de las armas. No es intención de este texto repasar la historia, el doloroso calvario que Chile trató de amenguar apuntando previamente “el reconocimiento de dominio absoluto y perpetuo de Chile marcado por  el Pacto de Tregua”con la construcción de un ferrocarril Arica El Alto, otros tramos que allí se especifican y el pago de 300 mil libras esterlinas, “reconociendo a favor de Bolivia el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”

Rafael Bustillo fue el primer  plenipotenciario nombrado por el Presidente Morales ante el Gobierno de Chile.  Ilustre potosino tenía a su haber experiencia de ministro de Belzú, canciller de Achá. A sus 58 años vivía en Sucre combinando la producción en Ñucchu y la capital, aunque con gran vocación de seguir sirviendo a su patria. Roberto Querejazu Calvo en sus “aclaraciones históricas sobre la Guerra del Pacífico” describe con lujo de detalles la muy difícil tarea de defender ante La Moneda los intereses de Bolivia. Chile con olor de pólvora en sus manos, extendía su dominio, expandiendo sus pretensiones desde Antofagasta a Arica, mientras el diplomático apelaba a todos los medios para detener el paso del agresor, aunque sin éxito. Chile venció en el terreno jurídico como lo había hecho en el campo de las armas. Por ello cuando el nuevo Ministro Plenipotenciario Rodríguez Veltzé proclama “la victoria no da derechos” es que apunta al núcleo del concepto dominante, que ha justificado hasta ahora el atropello.

Vivimos encerrados.  ¿Por qué entonces no podemos recuperar ni una mínima parte para mejorar nuestro comercio exterior, y competir con quienes tienen costa marítima? Es una historia que hiere el sentimiento boliviano, es que es la fatalidad o los errores de ciertos personajes que manejaron el tema, olvida Chile que del territorio usurpado brotó su progreso con la riqueza de nuestro Litoral, según lo documenta Juan Pereira Fiorilo quién ofrece una historia económica comparada Chile Bolivia y un inventario del arsenal chileno, de sus 85 mil hombres en armas y 160 mil en la reserva, 30 mil carabineros, 146 tanques, proyectiles teledirigidos, de sus 3 submarinos, 30 unidades de fuerza naval y de sus 70 aviones de combate reforzados (Pereira Fiorilo ofrece datos del 2001, cifras que se habrán reforzado al menos en 10%)

Rodríguez Veltzé ha reconocido que su labor será compleja, que el pasado debe quedar atrás y que se requiere mirar adelante. El plenipotenciario asume con el respaldo y la esperanza de toda la comunidad boliviana. Satisface contar con su honestidad, capacidad profesional, su prestigio y su visión de ejercitar una misión encaminada a la Paz, a la comprensión y a los nuevos códigos de Justicia Internacional. En buena hora.


lunes, 1 de abril de 2013

Gastón Cornejo que tuvo la iniciativa de organizar el Foro sobre el Mar alcanzó a despertar sumo interés no sólo por la presencia de expertos como G.Fernández, X.Murillo, M.Baptista, S.Berríos, J.A.Rivera, R. Bautista, G. Antezana sino por la profundidad del tema. Conclusiones prometidas


La Sociedad de Geografía, Historia y Estudios Geopolíticos de Cochabamba, conjuntamente con la Asociación de Clubes Sociales de Bolivia, organizaron el importante evento, al que asistieron más de 200 personas de nuestra intelectualidad a escuchar las disertaciones de los siete expertos invitados: Dr. Gustavo Fernández Saavedra, Dr. Xavier Murillo de la Rocha, Dr. Mariano Baptista Gumucio, Dr. Santiago Berríos, Dr. José Antonio Rivera, Lic. Rafael Bautista, Gral. Gonzalo Antezana; en total, siete expositores ex Cancilleres, ex Magistrados, ex diplomáticos e investigadores, además un militar, General de la nación, bajo la moderación de un periodista de la talla de Roberto Cuevas Ramírez, el autor del libro: “Estafa del Siglo-Quiebra de Bancos”                         

Los amplios ambientes del Club Social dieron cobertura de excelencia a los tres días del Foro sobre el Problema Marítimo de Bolivia, justamente cuando el gobierno definía elevar el problema a la Corte Internacional de La Haya y cuando se recordaba con pasión la inmolación del héroe supremo de Bolivia, don Eduardo Abaroa en el puente del Topater, Calama, el 23 del marzo de 1879, después de 134 años de inaceptable enclaustramiento territorial. Todas las exposiciones fueron enriquecedoras. 

El Dr. José Antonio Rivera las compendió admirablemente, encausándolas en tres interrogantes: ¿Cuáles las razones del enclaustramiento? ¿Cuáles las razones para que se mantenga el enclaustramiento?  ¿Cuáles las soluciones para lograr el reconocimiento a nuestra cualidad marítima? Finalmente, se definieron las bases de la sustentación de la demanda boliviana ante La Haya; el reclamo centenario, que al decir oficial está bien sustentado y en la búsqueda de seleccionar al ciudadano, experto trilingüe que represente a la Patria.

¡Atención! Ahora todos los bolivianos con el gobierno haciendo fuerza, aunque no tengamos oportunidad de emitir criterios. Aunque desconfiemos de algunos personajes de la Cancillería y Diremar, que tienen su Talón de Aquiles en el borrador del Silala, a pretender lo aprobemos Sí o Sí, olvidando la deuda histórica y regalando a Chile el 50 por ciento de la propiedad de nuestra vertiente, cuyas aguas riegan latifundios de empresarios del norte chileno, entre ellos el multimillonario Lucksic Abaroa. Aunque rabiemos en la intimidad, es preciso unir voluntades frente al gran desafío, orgullosos de nuestra bolivianidad y por encima de partidos e ideologías. 

¡Bien por el Gobierno! Le aplaudimos y nos adherimos a su gesto patriótico ya que “Perdimos tiempo con Chile” en 134 años de tratativas inútiles. Todo fue dilación de parte de sus gobernantes aunque es preciso reconocer que en la profundidad del alma chilena otro es el sentimiento, sabemos que nos aprecian y, en su momento, saldrán por nuestros fueros en justicia como fue demostrado en el Foro mediante dos films inéditos de Mariano Bautista Gumucio, ex Cónsul de Bolivia en Chile, DVD prohibidos justamente por priorizar los derechos humanos sobre Leyes y Tratados, sobre amenazas castrenses del ejército pinochetista, que tiene larga historia que contar a las generaciones de Chile, a los defensores de los DDHH del mundo entero. 

Concluidas las conclusiones del Foro, las socializaremos y luego de su concertación, las enviaremos al Gobierno con sugerencias y con todo el apoyo ciudadano.