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jueves, 4 de abril de 2013

Roberto Querejazu y Juan Pereira Fiorilo son fuentes inagotables de conocimiento en materia de Recuperación Marítimas. de sus aportes nuestro editor escribe sobre Eduardo Rodríguez como Plenipotenciario ante La Haya.




Mirar hacia adelante

Mauricio Aira


”Eso de la victoria da derechos, no va más” ha sido uno de los conceptos del flamante Embajador Plenipotenciario de Bolivia ante los Tribunales Internacionales.  El nombramiento del Jefe de Estado en la persona de Eduardo Rodríguez Veltzé sorprendió gravemente hace pocas horas, en razón del prestigio de que goza el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia y de la República de Bolivia, condición que difícilmente alcanza un ciudadano de haber presidido dos de los tres órganos del poder público.

La designación  por un D.S. y a cargo del propio Evo Morales, con toda la solemnidad en el Palacio de Gobierno, hace vez la importancia que le asigna el Ejecutivo a la elevada función que ejercerá el Dr. Rodríguez como Agente Especial ante la Corte de La Haya por una salida soberana  al Océano Pacífico y la nulidad del Tratado llamado de Paz y Amistad con Chile suscrito en 1904 por el que Bolivia cedió los 560 kilómetros de costa con que nació el 6 de agosto de 1825 y resultado de la llamada Guerra del Pacífico iniciada con el sorpresivo desembarco de tropas chilenas el 14 de febrero de 1879.

Bolivia jamás aceptó la invasión de su territorio. Todavía con el fragor de las batallas a los pocos meses de aquel aciago día empezó sus protestas, las que han sucedido ininterrumpidamente, se puede afirmar, que no pasó un solo año y suman 134 sin reclamar y protestar por la injusticia cometida por el invasor prevalido de la fuerza pública y la superioridad de las armas. No es intención de este texto repasar la historia, el doloroso calvario que Chile trató de amenguar apuntando previamente “el reconocimiento de dominio absoluto y perpetuo de Chile marcado por  el Pacto de Tregua”con la construcción de un ferrocarril Arica El Alto, otros tramos que allí se especifican y el pago de 300 mil libras esterlinas, “reconociendo a favor de Bolivia el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”

Rafael Bustillo fue el primer  plenipotenciario nombrado por el Presidente Morales ante el Gobierno de Chile.  Ilustre potosino tenía a su haber experiencia de ministro de Belzú, canciller de Achá. A sus 58 años vivía en Sucre combinando la producción en Ñucchu y la capital, aunque con gran vocación de seguir sirviendo a su patria. Roberto Querejazu Calvo en sus “aclaraciones históricas sobre la Guerra del Pacífico” describe con lujo de detalles la muy difícil tarea de defender ante La Moneda los intereses de Bolivia. Chile con olor de pólvora en sus manos, extendía su dominio, expandiendo sus pretensiones desde Antofagasta a Arica, mientras el diplomático apelaba a todos los medios para detener el paso del agresor, aunque sin éxito. Chile venció en el terreno jurídico como lo había hecho en el campo de las armas. Por ello cuando el nuevo Ministro Plenipotenciario Rodríguez Veltzé proclama “la victoria no da derechos” es que apunta al núcleo del concepto dominante, que ha justificado hasta ahora el atropello.

Vivimos encerrados.  ¿Por qué entonces no podemos recuperar ni una mínima parte para mejorar nuestro comercio exterior, y competir con quienes tienen costa marítima? Es una historia que hiere el sentimiento boliviano, es que es la fatalidad o los errores de ciertos personajes que manejaron el tema, olvida Chile que del territorio usurpado brotó su progreso con la riqueza de nuestro Litoral, según lo documenta Juan Pereira Fiorilo quién ofrece una historia económica comparada Chile Bolivia y un inventario del arsenal chileno, de sus 85 mil hombres en armas y 160 mil en la reserva, 30 mil carabineros, 146 tanques, proyectiles teledirigidos, de sus 3 submarinos, 30 unidades de fuerza naval y de sus 70 aviones de combate reforzados (Pereira Fiorilo ofrece datos del 2001, cifras que se habrán reforzado al menos en 10%)

Rodríguez Veltzé ha reconocido que su labor será compleja, que el pasado debe quedar atrás y que se requiere mirar adelante. El plenipotenciario asume con el respaldo y la esperanza de toda la comunidad boliviana. Satisface contar con su honestidad, capacidad profesional, su prestigio y su visión de ejercitar una misión encaminada a la Paz, a la comprensión y a los nuevos códigos de Justicia Internacional. En buena hora.


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